Fortaleciendo la salud en el noreste postergado de Paraguay
Fortaleciendo la salud en el noreste postergado de Paraguay
Febrero de 2024
En la remota comunidad Tekohá Y’ Apo, en el Departamento de Canindeyú, a unos 280 kilómetros de la capital de Paraguay, una casita de madera rosada con techo de chapa alberga el dispensario de salud de la etnia Avá guaraní. Durante años, la atención médica era limitada, pero recientemente, gracias a la cooperación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y al apoyo financiero del Gobierno de los Estados Unidos, 31 establecimientos de salud, incluyendo hospitales, unidades de salud de la familia, y dispensarios, han experimentado una transformación.
“Antes no teníamos nada y teníamos que llevar al paciente fuera de la comunidad para cualquier atención básica”, cuenta en idioma guaraní la enfermera Natalia Saucedo, quien atiende el dispensario de la comunidad Tekohá Y’ Apo. “Ahora me manejo aquí, ya tengo el equipo, tengo para tomar la presión, para hacer curaciones, todo acá”, agrega.
Desde noviembre de 2022, los 31 establecimientos, junto con los profesionales que laboran en ellos, han recibido capacitación y donaciones de equipos médicos, informáticos y mobiliario, lo que ha mejorado significativamente su capacidad para abordar problemas habituales de salud y volverse más resolutivos.
Canindeyú cuenta con una población de casi 250.000 personas, de las cuales el 38% vive en situación de pobreza y el 7,7% en extrema pobreza. Además, es el tercer departamento con mayor población indígena del país. El guaraní es una de las lenguas más habladas en la región, junto con el español y el portugués, debido a su proximidad con Brasil. Canindeyú fue seleccionado para este proyecto por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay y la OPS, como parte de un esfuerzo por abordar las necesidades de una población vulnerable.
La doctora Tatiana Fleitas, consultora nacional en sistemas y servicios de salud de la OPS, señala que el objetivo principal fue fortalecer la capacidad de los equipos de salud familiar para brindar atención, especialmente después de la pandemia de COVID-19.
Natalia Saucedo brinda atención médica y realiza visitas domiciliarias para curaciones
Más equipamiento, más salud
A 125 kilómetros del dispensario donde atiende Natalia Saucedo, el Hospital Regional de Salto del Guairá, la capital departamental, se fortaleció con mobiliario y dispositivos médicos, como heladeras para conservar y trasladar vacunas, balanzas para pesar a los bebés, servocunas para los recién nacidos, y carro de paro adulto y pediátrico.
Para su director médico, Nicolás Ocampo, estas donaciones resultaron cruciales, especialmente para reformar el segundo quirófano del hospital, algo que ha elevado la calidad de la cirugía, reducido los tiempos de los procedimientos y ampliado la capacidad para atender a más pacientes.
A dos horas y media en vehículo de allí se encuentra el Hospital Distrital de Curuguaty, el otro centro médico que existe en el departamento. En 2021, como respuesta a la COVID-19, el hospital recibió una planta de oxígeno medicinal de la OPS, lo que ayudó a garantizar oxígeno para los pacientes tanto en los centros de salud como en sus casas durante la pandemia.
“La cooperación marcó un antes y un después en los servicios”, asegura la doctora Angie Duarte, directora del hospital. Ese cambio, destaca, se percibió especialmente en áreas como “neonatología y el quirófano, que fue rehabilitado” desde cero después de haber estado cerrado por seis años.
La sala de operaciones, que quedó ennegrecida por un incendio, luce hoy radiante y tiene todo lo necesario para realizar las cirugías, desde la mesa de operaciones, las luces y los instrumentos quirúrgicos, hasta los monitores de signos vitales y el dispositivo de anestesia. “Contar con equipamiento nuevo y moderno nos posibilita brindar una atención de calidad y calidez a los pacientes”, destaca Duarte.
Los nuevos equipos en neonatología han mejorado la atención a los bebés prematuros y permiten a la doctora Jennifer Heyn y al equipo detectar problemas de visión, controlar las vías aéreas y mantener la temperatura corporal de los recién nacidos. Esto les ofrece mayor capacidad resolutiva, así como seguridad y tranquilidad, ya que antes tenían que estar más atentos, afirma.
La doctora Jennifer Heyn junto a un recién nacido que duerme tranquilamente en una de las servocunas donadas por la OPS al Hospital Distrital de Curuguaty.
Salvando vidas en el territorio
La unidad de salud de la familia de 2do Encuadre fue otra de las beneficiarias. Llegar a la unidad implica recorrer 80 kilómetros desde Curuguaty, en parte por un camino de tierra colorada que atraviesa la comunidad menonita Nueva Durango. El doctor Joel Franco llegó hace once años a 2do Encuadre. Recuerda que entonces la unidad era muy precaria. Con el tiempo y la ayuda de la comunidad, se mejoró. Ahora, la OPS donó equipamiento, entre ellos un electrocardiograma y un carro de paro, que han permitido estabilizar a pacientes que sufren un infarto antes de ser trasladados al hospital distrital Curuguaty, y reducir así, el riesgo de morir en el camino.
Tras el fortalecimiento de la unidad, la Dirección Regional de Salud contrató más médicos y el centro de salud de 2do Encuadre comenzó a atender las 24 horas, incluso los fines de semana, algo que aumentó la cantidad de consultas de 400 a 1.500 mensuales, detalla Franco.
A 20 kilómetros de la unidad de salud de 2do Encuadre, la licenciada en enfermería Noemí González atiende el Puesto de Salud Virgen de los Milagros, ubicado frente a una escuela. “Anteriormente, no teníamos nada, ni siquiera podíamos controlar la presión”, relata. Pero gracias a las donaciones, ahora cuenta con sillas, estanterías, balanza pediátrica, heladera, tensiómetro y set de cirugía menor. Esto le permite hacer curaciones y suturas de pequeñas heridas sin necesidad de trasladar a los pacientes a 2do Encuadre, subraya.
El doctor Joel Franco realiza un electrocardiograma con el equipo donado por la OPS.
Hacia un sistema de salud más resiliente
“En la primera etapa del proyecto fortalecimos los servicios de salud para que la población pueda acceder a unidades de salud mejor equipadas y con mayor capacidad resolutiva. Esto permite que el personal brinde una atención adecuada a la población, evitando que tenga que trasladarse a los grandes centros urbanos, lo que puede ser costoso y difícil”, afirma el Representante de la OPS en Paraguay, Marcelo Korc.
La segunda etapa de la cooperación técnica de la OPS, que se inició en 2023, busca ampliar la calidad de los servicios, capacitar al personal y mejorar el trabajo en red. El Representante de la OPS espera que este proyecto abra el camino para un sistema de salud más resiliente en todo el departamento de Canindeyú.
Con un equipo y atención de salud fortalecidos en Canindeyú, muchos problemas de salud encuentran ahora solución en la comunidad, cerca de las personas, siguiendo la visión de la OPS de no dejar a nadie atrás.