• Mujer sentada

Estrategia país para mejorar la calidad de la atención de los servicios de salud en el primer y segundo nivel para la atención de la violencia sexual

Una aproximación a la situación de la violencia contra la mujer en Paraguay

17 de noviembre del 2021 - Según estimaciones recogidas por la Cooperación Alemana GIZ (2016), “36 de cada 100 mujeres son violentadas por sus parejas o ex parejas en algún momento de la relación, siendo más frecuente la violencia psicológica (35,2 %), después la económica (16,1 %), la física (13 %) y la sexual (7,3 %), y según señalan los estudios, en términos globales, a pesar de los avances en materia de políticas públicas no han ocurrido variaciones significativas en la prevalencia de la violencia entre los años 2008 -2016”[1].

Un marco de política pública renovado

En el 2016, Paraguay aprobó la Ley 5777 “De Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia” a través de la cual se le asignan funciones claras al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Entre ellas están por ejemplo, el diseñar y aplicar protocolos específicos de detección precoz y, atención a las mujeres en situación de violencia en todas las especialidades; organizar la aplicación de un registro vinculado a un Sistema Único de Registro; dotar de presupuesto suficiente al Programa Nacional de Prevención y Atención de la Violencia; crear programas para la atención integral a mujeres en situación de violencia como de sus hijas e hijos; establecer un sistema de servicio de salud integral en las casas de acogida dependientes de las gobernaciones; crear programas para la atención psicológica de la persona agresora; otorgar, la constancia médica y diagnóstico médico y/o psicológico a las víctimas de violencia;  sensibilizar y capacitar al personal de salud, monitoreando la función desempeñada.

Plan Nacional de Prevención y Atención a la violencia

Por otro lado en el 2018, el país aprobó otra ley muy relevante para atender y proteger integralmente a las niñas, niños y adolescentes, la cual adopta normas para la prevención del abuso sexual y la atención integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. Esta ley dictamina la aplicación del protocolo y define las funciones desde los equipos de salud integral. Entre las principales funciones están la atención inmediata, la realización de un examen y tratamiento primario de enfermedades ITS, la provisión de antirretrovirales, “la evaluación inmediata física y psicológica del niño, niña y adolescente víctima de abuso, teniendo cuidado de preservar la integridad de las evidencias y la no revictimización”; así como la toma y recolección de manera oportuna y adecuada de las evidencias.

Este marco jurídico está reflejado en el actualizado Plan Nacional de Prevención y Atención a la Violencia  Basada en Género desde el Sistema Nacional de Salud 2020-2025, el cuál define su aplicación.

El Plan es apropiado y ambicioso y  lo que necesita es que cada actor regional vaya empoderándose de este instrumento y vayan aplicándolo. Este primer año tenemos buenos resultados, las regiones ya incorporaron acciones en sus planes regionales y los están llevando adelante y lo que vamos a necesitar es que en los próximos años esto siga creciendo”.

Claudia Sanabria, funcionaria encargada de la Dirección de Género del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.

Este nuevo instrumento de política pública ha establecido cinco ejes estratégicos, de los cuales los tres últimos están dirigidos a fortalecer la respuesta a la violencia basada en género. Estos ejes son el “fortalecer los servicios de salud para una atención de calidad a víctimas de violencia”, el “generar información estratégica a partir de la producción de datos desde el sector salud” y la “comunicación estratégica para la promoción de la salud y la prevención de la violencia basada en género, intrafamiliar y sexual”.

El plan se aprueba en una coyuntura en donde tenemos una ley específica de prevención y atención de la violencia contra la mujer, pero también que se afianza la propuesta de trabajo preventivo y promocional en el territorio, está también presente la atención y la respuesta, siempre lo está; pero este plan muestra un eje de promoción del buen trato desde la comunidad, desde los equipos de salud,  además de incorporar el trabajo con hombres, tanto en la prevención de la violencia como con el trabajo con agresores, que es un tema nuevo para el país que se está trabajando”.

Claudia Sanabria, funcionaria encargada de la Dirección de Género del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social

Con herramientas de atención también actualizadas

Luego de la aprobación del nuevo plan nacional 2020 -2025, el marco normativo pasó a actualizarse para guardar consistencia con el marco jurídico y político renovado. Se trata del Manual de Atención Integral a Víctimas de Violencia Intrafamiliar, Sexual y de Género en el Sistema de Salud. (2021), cuyo objetivo es “brindar lineamientos, orientación y guía para la atención integral a mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar, sexual y de género”. Desde este objetivo, se comprende que “la respuesta integral al problema de la violencia significa ir más allá de la recuperación física, de las heridas o las lesiones. Significa aplicar los medios que garanticen la seguridad física, emocional, sexual, social y legal de las víctimas; y acompañar su proceso de recuperación física y emocional y avanzar en los procesos de rehabilitación integral, de justicia y reparación del daño desde una perspectiva de la restitución de derechos”.

Manual de Atención Integral a Vçtimas de Violencia

Acerca de esta nueva herramienta de atención en los servicios, Claudia  resalta que “tenemos un Manual muy bien valorado, pero necesitamos llegar a tiempo  con los protocolos en la formación de grado y pregrado. Entre el año pasado y este año hicimos aproximadamente 200 talleres de capacitación virtuales pero no es suficiente, necesitamos que sea un indicador de gestión, que sea medido cada mes; ¿qué más sirve?, el monitoreo y el acompañamiento, hay una modalidad más efectiva que hemos empezado a implementar, que es la supervisión capacitante, que  vas a visitar al servicio, trabajas con el equipo y haces un monitoreo cuando ellos atienden y ves lo que hacen. Y a la vez, si observas que algo no está acorde al protocolo, entonces se reconduce”.

En el caso de niñas, niños y adolescentes sobrevivientes a la violencia sexual, la respuesta de atención integral debe brindarse “de manera inmediata atendiendo los casos como emergencia médica”.

Asimismo, la organización de los servicios de salud para la aplicación del protocolo debe asegurar el trabajo en equipo multidisciplinario y “garantizar la disponibilidad de medicamentos e insumos para el tratamiento y toma de muestra (profilaxis de VIH e ITS, vacunas y anticoncepción hormonal de emergencia PAE)”.

Como lecciones aprendidas en el proceso de acelerar y mejorar la respuesta del sistema de salud en Paraguay, Claudia destaca dos componentes clave, uno de estos es la “necesidad de tener datos sólidos, de contar con datos del sector salud que sean reflejo de la realidad” y que para lograrlo necesitan de “un único sistema de registro, por eso necesitamos fortalecer el sistema de salud

Otra lección valiosa es el reconocimiento de que necesitan “trabajar con estándares y con indicadores de gestión por resultados. Ese es el punto que va a dar un cambio realmente significativo. El día que esto ocurra vamos a estar en otro paradigma y también, vamos a tener una gestión de calidad”.

 

Una estrategia para avanzar en la implementación del nuevo marco político y normativo en Paraguay

 

 

Una estrategia para avanzar en la implementación del nuevo marco político y normativo en Paraguay

 

Una estrategia para avanzar en la implementación del nuevo marco político y normativo en Paraguay

Esta estrategia país está orientada a mejorar la respuesta del Sistema Nacional de Salud, apostando a la calidad de la atención de los servicios de salud en el primer y segundo nivel para la atención de la violencia sexual en el marco de la implementación del Plan Nacional de Prevención y Atención a la violencia basada en género desde el Sistema Nacional de Salud 2020 – 2025 aprobado a finales del 2020.

La estrategia viene priorizando este año 2021, la capacitación de profesionales de la salud, el diseño de materiales, su inclusión en la nueva web institucional, así como la implementación de la campaña nacional de comunicación. Para Claudia “es buena práctica las campañas permanentes de comunicación para el personal de salud y el público en general, hace mucho bien, porque está en la agenda permanentemente. Tiene que ser una campaña sostenida, no tiene que ser solo en noviembre”.

Esta campaña en curso tiene dos poblaciones objetivo, primero es llegar al personal de salud  para la aplicación del Manual de Atención Integral como parte del cumplimiento de las funciones de salud en los servicios; tratando de  buscar una respuesta integrada en salud, mejorar la formación especializada de los profesionales de salud, asegurar el trabajo en equipo multidisciplinario en todos los niveles y avanzar en la tarea de la ruta de derivación según necesidades de atención de las sobrevivientes.

El público en general representa el segundo objetivo de la Campaña Nacional de Comunicación en Paraguay a fin quitarle el permiso social a la violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes y, promover la búsqueda de ayuda de las personas sobrevivientes a la violencia basada en género.

Mejorar la respuesta en los servicios de salud y ampliar la demanda de estos para mejorar acceso y cobertura son resultados esperados de esta iniciativa nacional de abogacía e incidencia, la cual se pretende que sea permanente.

Finalmente, Claudia, en su calidad de gestora de políticas y servicios con transversalización del enfoque de género considera que, “como desafío en primer lugar, tenemos que mejorar la capacidad de gestión de las 18 regiones sanitarias del ministerio de salud, que sean referentes, que puedan a la vez llegar en los procesos de sus propias regiones, nosotros descentralizamos la gestión; fortalecer la institucionalidad en cada región y que la temática de género esté ahí presente en la agenda de manera sostenida, que los ejes del plan se efectivicen en la región o territorio”.

¿Y cómo es la cooperación técnica de la OPS en Paraguay?

La OPS de Paraguay a través del Proyecto Buffet ha cooperado con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social con el Plan Nacional de Prevención y Atención a la Violencia  Basada en Género desde el Sistema Nacional de Salud 2020-2025, con un diagnóstico de necesidades de fortalecimiento de competencias del personal de salud, con el diseño de materiales de capacitación y de difusión; la implementación de una Campaña Nacional de Comunicación social, dirigida al personal de salud y al público en general, así como con el desarrollo de un programa de capacitación para prestadores de servicios de salud a nivel nacional a través de una plataforma virtual.


[1] Cooperación Alemana Deutsche Zusammenarbeit (GIZ), Programa Regional ComVoMujer. Op.cit. En: Plan Nacional de Prevención y Atención a la Violencia Basada en Género desde el Sistema Nacional de Salud 2020-2025.