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Eliminando la hepatitis B y D en Ayacucho, Perú

 

 

ELIMINANDO LA HEPATITIS B Y D


en Ayacucho, Perú

En diciembre del 2018, el Ministerio de Salud de Perú aprobó las guías de diagnóstico y tratamiento de prevención para la hepatitis B y la hepatitis y por primera vez, los antivirales y la atención clínica estarán disponibles en el sistema nacional de salud como procedimientos habituales. Asimismo, el manejo de personas con hepatitis B se realizará con la incorporación de acceso e inicio de tratamiento oportuno para evitar complicaciones en etapas más avanzadas de la enfermedad. La guía destaca el fortalecimiento del acceso a la vacunación como herramienta prioritaria para la prevención de la enfermedad, especialmente en personas con mayor vulnerabilidad o con factores de riesgo.

Los establecimientos de salud brindarán pruebas rápidas de diagnóstico, cuyos resultados se entregarán en 20 minutos, a diferencia del método anterior que tardaban de entre 7 a 14 días, así como tratamiento antiviral a la población, permitiendo reducir así las muertes por cirrosis y cáncer de hígado en las personas afectadas con hepatitis. Este esquema, de tres meses de duración, busca simplificar el tratamiento, reducir la necesidad de seguimiento, aumentar la tasa de curación en un 95% y retrasar la aparición de complicaciones tardías y severas de la enfermedad.

Los programas de vacunación infantil vencen a la hepatitis B en Ayacucho.
Un nuevo plan de eliminación apoyará a las personas con hepatitis crónica.

Foto superior: La madre del niño estuvo viviendo con hepatitis B, pero fue capaz de asegurar que su bebé esté libre de hepatitis B al vacunarlo contra la infección al momento de nacer.


1 de diciembre de 2018- La madre del niño estuvo viviendo con hepatitis B, pero fue capaz de asegurar que su bebé esté libre de hepatitis B al vacunarlo contra la infección al momento de nacer.

Escondido en la región andina de Perú, se encuentra Ayacucho, el epicentro de la respuesta contra la hepatitis en el país. A principios de los 90, el virus de la hepatitis B y la hepatitis D amenazaban la salud pública de la zona. Por ejemplo, en Huanta, una ciudad en Ayacucho, alrededor del 8% de las muertes en la ciudad estaban relacionadas con esta enfermedad. Actualmente, los esfuerzos para revertir la hepatitis, particularmente entre los niños, han convertido a Ayacucho en un ejemplo para las Américas.

Para abordar el problema, el Instituto Nacional de Salud de Perú, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con la participación activa de organizaciones comunitarias, llevaron a cabo una prueba piloto para evaluar la efectividad y la viabilidad de un programa de inmunización infantil contra el virus de la hepatitis B en 1994.

Después de un año de implementación del programa, se vacunaron de entre el 84 al 98% de los niños de entre 0 a 5 años en la ciudad. Como consecuencia se produjo una reducción dramática del virus en niños de 3 a 4 años.

 

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Charla en el Laboratorio César Cabezas Sánchez del Hospital de Huanta en la Región Ayacucho.


Respaldados por esta nueva evidencia el programa nacional de vacunación de Perú incluyó la vacunación contra el virus de la hepatitis B sus esquemas anuales alcanzando el acceso universal en el país en el 2003. Actualmente en Huanta no hay casos registrados de infección por el virus de la hepatitis B en menores de 20 años.

A pesar del éxito del programa de inmunización en niños, todavía existen altas tasas de hepatitis crónica en el resto de la población adulta. En el 2018, el 30% de todos los casos reportados de hepatitis B en Perú provenían de Ayacucho. Aunque el virus de la hepatitis B se puede prevenir a través de la vacunación, aquellas que ya la adquirieron necesitan ser tratados de por vida

En el 2017, el ministerio de salud, en conjunto con los líderes políticos y otros socios establecieron un plan de eliminación de la hepatitis B que incluye la vacunación para los recién nacidos, la realización de pruebas prenatales e intervenciones para prevenir la transmisión en los bebés de mujeres embarazadas con la enfermedad y el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de portadores crónicos. También durante este tiempo, la OPS proporcionó una máquina de elastografía al Hospital Huanta que permite evaluar el porcentaje dañado de hígado en pacientes con hepatitis.

Entre el 2016 y el 2017, el número de pruebas aumentó a un total del 60% y el tratamiento con tenofovir ahora está disponible para todas las personas con hepatitis crónica. Sin embargo, la demora en obtener los resultados del ADN de la hepatitis B (que deben enviarse a la capital, Lima) representan todavía un desafío para el inicio oportuno del tratamiento. El plan de eliminación de la hepatitis de Ayacucho se matendrá vigente hasta el 2024.
 

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