Cuando la vacuna contra la COVID-19 protege a tres generaciones
Cuando la vacuna contra la COVID-19 protege a tres generaciones
Riberalta, Beni – Bolivia, 20 de mayo de 2021 (OPS)- Brenda, Daniela e Ingrid Chávez Casilima son tres hermanas bolivianas que han pasado la pandemia por COVID-19 separadas por los confinamientos en su ciudad natal. La llegada de las vacunas ha significado para ellas y su madre la esperanza del reencuentro. Sin pensarlo dos veces, se vacunaron contra la COVID-19 en el establecimiento de salud más cercano a su casa, a los días que un lote importante de vacunas Astrazéneca del mecanismo COVAX arribaron a su municipio.
En Riberalta, ciudad amazónica de Bolivia, cerca con la frontera de Brasil, los casos de COVID-19 crecieron alarmantemente, con registros de entre 50 a 70 casos por día. El riesgo de la introducción y la expansión de una variante de preocupación del virus SARS-Cov2 que circula en el país vecino movilizó a las autoridades bolivianas a priorizar la vacunación de la población que habita municipios fronterizos como Riberalta. Esta región cuenta con aproximadamente 103 mil habitantes.
A finales de marzo, Bolivia recibió 228 mil dosis de vacunas COVID-19 a través del Mecanismo COVAX, un esfuerzo global entre la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante las Epidemias (CEPI), la Alianza Mundial para las Vacunas e Inmunización (Gavi), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La entrega forma parte de una primera fase de dosis que recibirá Bolivia de COVAX.
El gobierno nacional distribuyó las vacunas de COVAX priorizando regiones con mayor necesidad de inmunización a su población, siguiendo un cronograma de vacunación definido por edades y vulnerabilidad, especialmente personas adultas mayores y con enfermedades de base.
Tres generaciones vacunadas
La familia Chávez de Riberalta, como muchas otras en la zona, sufrieron los efectos e impacto de la pandemia COVID-19, con un pequeño negocio familiar de decoración de ambientes para eventos sociales que funciona dentro de su casa, ubicada en la periferia de la ciudad, paralizado y sin clientes, los ánimos cayeron y parecían estar derrotados.
La noticia del incremento de casos en la frontera, la posibilidad de circulación de nuevas variantes del virus, un negocio familiar a pique y con los servicios de salud diezmados por la pandemia en Riberalta, la familia de las hermanas Chávez permanecía en preocupación constante.
“Somos una familia unida, en la casa convivimos con mi madre, hermanos, sobrinos e hijos. Durante la cuarentena parábamos acá no más, sólo salíamos el día que toca por el número de identidad”, cuenta sobre el auto encierro que hizo la familia Brenda Chávez, la mayor de las hermanas.
El día que llegaron las 40 mil dosis de vacunas de COVAX asignadas a Riberalta, en casa de las hermanas Chávez hubo júbilo. La decisión no fue discutida. Las tres, de manera unánime, decidieron ir juntas a vacunarse y también llevar a su madre de más de 70 años.
En la amazonia, las tardes alcanzan los 42 grados de calor. Las calles de arena colorada queman. La brisa es quieta y casi nadie sale de casa cuando el sol está en su zénit, por lo implacable del clima húmedo y ardiente. Sin embargo, nada detuvo ni impidió que la familia de las hermanas Chávez lleguen al centro de salud Conavi y se vacunen.
“Me siento bien, he recibido mi primera dosis. No he tenido efectos secundarios”, dice Ingrid a momento de mostrar con satisfacción su carnet de vacuna. Ellas están conscientes que deben seguir cuidándose y tomar prevenciones para evitar el contagio, pero también que las vacunas han llegado para permitir que las familias estén unidas y sanas.
Convocatoria a vacunar
Según registros de las autoridades locales, la COVID-19 se manifestó más en jóvenes que rápidamente ocuparon las camas de terapia intensiva del municipio.
A pesar de este dato preocupante y de la voluntad de vacunarse de muchas personas en Riberalta, también está el otro extremo de la realidad: personas que no asisten a la vacunación masiva, muchas alegando desconfianza a la vacuna debido a que han leído o visto alguna información en las redes sociales o escucharon de algún vecino un rumor; otros confían más en los remedios naturales; y también hay quienes están sumidos en sus labores diarias, ignorando el peligro de los contagios.
La responsable de la inmunización en Riberalta, Mercedes Abrego, sostiene que, a pesar de la situación, las brigadas de vacunación continuarán vacunando en los establecimientos de salud del municipio y casa por casa para permitir el acceso a la vacuna a todos los ciudadanos.