La Dra. Lavinia Almendares fue hasta diciembre de 2020, la coordinadora del proyecto CERF "Evitando muertes por dengue y COVID-19" en el municipio de El Paraíso y comparte sus retos y satisfacción al culminar este proyecto que buscaba fortalecer la capacidad de estos municipios y el primer nivel de atención, para afrontar el doble reto de la epidemia de dengue y de COVID-19 mediante abordajes que incluían desde la participación comunitaria hasta la implementación de telesalud.
Cuando inicié mi trabajo, pensaba en el gran reto que tenía por delante, por lo postergados que eran estos municipios, principalmente Vado Ancho, Texiguat y Liure. Al hablar particularmente del municipio de Vado Ancho te encuentras un municipio árido, con altas temperaturas. En el establecimiento de salud, me pude encontrar poco personal, pero muy unido; receptivos a lo que les propuse en todo lo que desarrollaríamos con el proyecto, dispuestos al acompañamiento.
A pesar de lo anterior observé que el establecimiento de salud necesitaba urgentemente renovar su equipo biomédico, que databa de mucho tiempo atrás y era necesario para la atención médica diaria. Afortunadamente, el proyecto incluía la dotación de este equipo básico y también de equipo y mobiliario para establecer una unidad remota de telesalud, para brindar acceso a atención médica especializada sin incurrir en gastos de transporte por medio de los pacientes que acuden a los dos establecimientos de salud de Vado Ancho.
También me reuní con algunos integrantes de mesa intersectorial para presentarles el proyecto y me encontré una anuencia excepcional para apoyarnos, les escuché decir "dígame doctora en que le podemos ayudar". Este apoyo se concretó creando una partida presupuestaria para la contratación de un médico, ya que era un requisito imprescindible para poder tener acceso a los servicios de telesalud. El proyecto y sus objetivos concretos tuvieron una influencia positiva sobre Vado Ancho y el resto de los municipios del sur ya que lograron una sinergia importante entre las autoridades sanitarias, las unidades de salud y la comunidad.
Algo que nunca olvidaré es la cara de emoción del personal del establecimiento de salud cuando llegamos con la primera donación de insumos biomédicos, viendo cumplidas sus expectativas y necesidades. Este fue el inicio de muchas cosas gratificantes que logramos en el municipio".
Uno de los pilares fundamentales del trabajo en el municipio fueron los agentes comunitarios. Son personas humildes, con una disposición enorme de caminar largas distancias, en calles áridas, bajo sol inclemente, pero jamás los escuchamos decir que no podían llegar y no dejaron de asistir. Fue gratificante ver su empoderamiento conforme avanzábamos en el proceso de capacitaciones en temas de comunicación de riesgo ( Dengue y COVID-19). Con esto y su entusiasmo, generamos una reorganización comunitaria, donde los agentes comunitarios y el promotor contratado por el proyecto, lideraron y desarrollaron campañas de aseo, aplicación de BTI y fumigación en sus comunidades, las cuales podemos decir que fueron muy oportunas ya que solamente el año pasado el municipio presentó 10 casos hospitalizados por dengue, mientras que en el 2020, no se presentó ninguno en todo el año.
La experiencia en Vado Ancho fue única y exitosa, y solo lo pudimos lograr por esa apertura de las autoridades para que las organizaciones trabajen sin alguna interferencia; al personal de salud comprometido que apoya cualquier oportunidad que se les brinde para mejorar y; a sus agentes voluntarios que se encuentran con ansias de aprender para mejorar, siendo el componente vital que logró que el proyecto fuera un éxito", concluyó la Dra. Almendares.