• Cindy Salazar Reyes, facilitadora del proyecto

Adolescentes más saludables, empoderadas y resilientes: la meta de Cindy Salazar, vecina de la comunidad indígena Alto Quetzal

Marzo 2022


El sábado 12 de marzo, Cindy Salazar Reyes, vecina de la comunidad indígena Alto Quetzal, salió temprano de su casa y se dirigió al Liceo Rural Kabebata. Cindy labora como auxiliar de vigilancia en este centro educativo de lunes a viernes desde hace cinco años, sin embargo, un sábado al mes cumple un rol que le llena de mucha satisfacción: dar herramientas a las mujeres adolescentes para enfrentar problemas psicosociales y emocionales existentes en su comunidad, especialmente aquellos que han sido potenciados por la pandemia de la COVID-19.

Cindy no pudo avanzar en su proceso de educación formal más allá de la educación primaria, sin embargo, su liderazgo y sus deseos de mantenerse en constante aprendizaje y ayudar a su comunidad la llevaron a convertirse en una de las seis facilitadoras del proyecto Redes de apoyo y desarrollo de carácter para mujeres indígenas adolescentes en Costa Rica, conocido como Proyecto RIMA, que se desarrolla en tres comunidades indígenas del país: Alto Quetzal, Abrojo Montezuma y Rey Curré. Esta mujer de 31 años es madre de un niño de seis y dos chicas de once y catorce, a quienes siempre motiva a luchar por sus sueños y construir un mejor futuro; por esta razón, no dudó en aceptar cuando el director del liceo le consultó si deseaba formar parte de este proyecto de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), tras haber sido preseleccionada en un proceso de identificación de lideresas comunitarias.

Montanas


Antes de empezar a impartir los talleres a las jóvenes, Cindy participó en una etapa de capacitación que se extendió por varios meses, durante la cual, con acompañamiento del equipo a cargo del proyecto y en conjunto con distintos actores clave comunitarios, se identificó que era prioritario trabajar en el empoderamiento, la sororidad y la autonomía de las mujeres adolescentes de la comunidad.
 

Cindy y su compañera de equipo

Para poder abordar estos temas con las jóvenes, Cindy y su compañera Karen Méndez, orientadora del centro educativo, recibieron formación en temas como manejo de emociones, enfoque de género, cuidado de la salud mental y bienestar emocional, manejo de grupos, así como desarrollo de redes de apoyo. Gracias a estas capacitaciones, llevaron a cabo sesiones enfocadas en la importancia de la mujer en la sociedad y en la comunidad, la expresión de sentimientos a través del arte, entre otros, que fueron desarrollados tomando en cuenta los lineamientos de la Política sobre Etnicidad y Salud de OPS/OMS.

“El proyecto motiva a las chicas a seguir adelante, a abrir la mente; les da más ideas de lo que pueden hacer en el futuro. Nos permite apoyarlas porque en la zona hay mucha violencia doméstica”, responde Cindy cuando se le consulta cómo aporta a la comunidad la labor que está realizando.


Cindy creció en un hogar sin televisión, donde el idioma predominante no era el español sino el cabécar, idioma utilizado en algunas comunidades indígenas de Costa Rica, como la región de Alto Quetzal. Por esta razón, uno de sus aportes más valiosos en las sesiones con las adolescentes consiste en poder presentar la información en cabécar, con el fin de facilitar la comprensión de los contenidos entre las asistentes y promover la preservación de los idiomas autóctonos.

Actualmente, la red de apoyo de Alto Quetzal se está conformando con 15 jóvenes, aproximadamente, quienes participan de forma totalmente voluntaria. Cindy confía en que el trabajo que se está realizando con ellas rendirá frutos y que pronto se verán cambios en la comunidad: “Me gustaría ver muchas mujeres trabajando afuera, empoderadas, con confianza. Sin tener miedo ni sentir que deben estar calladas”, concluyó.

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