En el Informe mundial sobre la audición, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que en el 2050 casi 2.500 millones de personas tendrán algún grado de pérdida auditiva, de las cuales al menos 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación.
El Informe mundial sobre la audición recomienda que los Estados Miembros de la OMS adopten medidas políticas urgentes y basadas en pruebas para prevenir, identificar y rehabilitar la pérdida auditiva. La detección de la pérdida auditiva y enfermedades del oído en momentos específicos hace parte importante de esta estrategia. En esta publicación, el Tamizaje auditivo: consideraciones para su implementación se basa en las recomendaciones formuladas en el Informe mundial sobre la audición.
Su objetivo es proporcionar a los Estados Miembros una orientación técnica para el establecimiento de los programas basados en la evidencia para el tamizaje auditivo en diferentes grupos de edad y con el objetivo de facilitar las intervenciones tempranas para las enfermedades del oído y la pérdida auditiva en: los recién nacidos y lactantes; la población infantil, en especial en el entorno preescolar y escolar; las personas mayores, y las personas expuestas al ruido, a sustancias químicas ototóxicas y a medicamentos ototóxicos, factores que aumentan el riesgo de sufrir pérdida de audición.
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