La diversidad étnica constituye una gran riqueza multicultural de la Región de las Américas. No obstante, esta realidad está marcada por profundas desigualdades sociales y económicas, específicamente en el ámbito de la salud, que afectan a diversos grupos poblacionales, entre ellos la población afrodescendiente. Las desigualdades que enfrenta se asientan en procesos de exclusión y discriminación históricos que, pese a la importante labor realizada en los planos mundial, regional y nacional para ponerles freno y a los avances logrados, perpetúan la precariedad de las condiciones de vida de gran parte de la población afrodescendiente. Esta publicación se inscribe en la firme determinación de la Organización Panamericana de la Salud de aumentar los conocimientos sobre las inequidades en la salud y promover la formulación de políticas públicas de salud con base empírica. En ella se analizan de forma sintética las condiciones de vida y la salud de la población afrodescendiente y, a la luz de los resultados, se formulan recomendaciones dirigidas a incorporar un enfoque cultural en los sistemas de salud con el objetivo de ofrecer respuestas eficaces, adaptadas a las necesidades específicas de la población afrodescendiente a lo largo del curso de vida y con perspectiva de género. Los resultados resaltan la necesidad de continuar desagregando los datos de salud por pertenencia étnica a fin de conocer los perfiles epidemiológicos de los pueblos afrodescendientes de América Latina. Por tanto, es necesario fortalecer las capacidades de registro de variables de pertenencia étnica, así como realizar análisis con un enfoque interseccional, en el que género y la etnicidad se cotejen con otros determinantes de exclusión y discriminación. De esta manera se obtendrá la evidencia necesaria para asegurar que todas las personas, en todos los lugares, ejerzan su derecho a la salud.
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