Las enfermedades no transmisibles (ENT) continúan siendo un problema considerable —y que sigue en aumento— para los países de la Región de las Américas. Uno de los enfoques regulatorios más costo-eficaces para hacer frente a las ENT es la aplicación de impuestos a los productos nocivos para la salud asociados a factores de riesgo de las ENT (a saber, tabaco, alcohol y bebidas azucaradas). Además de reducir el consumo de estos productos y los riesgos para la salud que de ellos se derivan, los impuestos a los factores de riesgo de las ENT generan ingresos que los gobiernos pueden usar para financiar programas de salud y mejorar la salud de sus poblaciones, al mismo tiempo que contribuyen a asegurar la viabilidad financiera en el mediano y el largo plazo de los sistemas de salud de la Región mediante la prevención de las ENT. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no cuenta con un indicador estandarizado para comparar o monitorear el nivel de tributación de las bebidas alcohólicas y azucaradas. Es necesario generar esta información para poder dar seguimiento a las políticas tributarias recomendadas en el Plan de acción mundial de la OMS para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020, así como para analizar tendencias y definir mejores prácticas. Con base en la experiencia acumulada, los participantes en esta reunión hicieron aportes sobre cómo fortalecer el indicador del porcentaje que los impuestos representan de los precios para bebidas alcohólicas y azucaradas, de forma que capte adecuadamente las complejidades de estos productos.
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