Introducción
El objetivo de este manual es ayudar a los formuladores de políticas y planificadores en todas partes —y sobre todo dondequiera que haya pocos recursos económicos y humanos— a contrarrestar la violencia juvenil mediante estrategias respaldadas por la evidencia. El manual proporciona un marco científico que permite entender por qué algunas personas tienen una mayor tendencia que otras a verse involucradas en actos de violencia juvenil, y por qué esta se concentra más en ciertas comunidades y sectores de la población que en otros. Este marco lleva incorporada la perspectiva del curso de vida, que explica cómo la conducta que se tiene en el presente se ve determinada por etapas anteriores del desarrollo, y cómo influyen en la violencia juvenil las características de la persona, las relaciones con la familia y los compañeros, y las características de la comunidad y la sociedad, como por ejemplo, la desigualdad económica y un consumo alto de alcohol.
La participación de la OMS en la prevención de la violencia juvenil refleja la importancia que le otorga el sector de la salud a la prevención de la violencia interpersonal en general. Por ejemplo, el sector de la salud se ocupa de tratar a las sobrevivientes de la violencia, a un costo económico altísimo. Los servicios de salud atienden a una fracción del total de sobrevivientes de la violencia que supera, con mucho, a la fracción que se notifica a la policía y a otras autoridades. Por consiguiente, dichos servicios están en buena posición para informar y evaluar los programas de prevención. El sector de la salud también desempeña un papel fundamental en el diseño y la puesta en práctica de intervenciones para la prevención de la violencia juvenil, incluidos los programas para reducir el consumo nocivo de alcohol.
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