Palabras de apertura del Director OPS/OMS, Dr. Jarbas Barbosa - Llamado a la acción / Cero muertes maternas evitables

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18 de junio de 2024


BIENVENIDA

Ministros de Salud, Embajadores, Señoras y señores:

Gracias a todos por su presencia, y gracias también a las personas de la Región de las Américas que están asistiendo este evento.


En el año 2020, en la región de América Latina y el Caribe ocurrió una muerte materna cada hora. Ese mismo año la razón de mortalidad materna (RMM) de la Región retrocedió a los niveles de dos décadas atrás. Estas cifras no solo implican un empeoramiento en los resultados de salud sino también una profundización de las desigualdades, y representan tragedias particulares e inaceptables que en la mayoría de los casos son evitables.

La Región las Américas enfrenta un panorama complejo en materia de salud pública, caracterizado por inequidades tanto entre los países como dentro de ellos, así como por un estado de triple transición: demográfica, epidemiológica y obstétrica; caracterizada por una constante y marcada disminución en la fecundidad, un incremento en la edad del primer parto, altos niveles de nacimientos en instituciones de salud, cifras crecientes de partos quirúrgicos, y un aumento de la carga de enfermedades no transmisibles preconcepcionales que incrementan la mortalidad de causa obstétrica indirecta.

La pandemia por COVID-19 expuso las vulnerabilidades de los sistemas de salud de la Región, exacerbando las desigualdades en el acceso a los servicios de salud, con un profundo impacto sobre las mujeres.

El impacto de la pandemia resultó en un considerable exceso de mortalidad materna y profundizó las inequidades en el acceso a los servicios esenciales en salud sexual y reproductiva. En los años anteriores a la pandemia, la razón de mortalidad materna en las Américas se había estancado, resultado de las múltiples barreras de acceso a la salud y a cuidados de calidad que enfrentan mujeres y adolescentes en la Región.

La mortalidad materna es el primer indicador del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, el 3.1, y representa un marcador de desarrollo económico y social en la mayoría de los mandatos y marcos globales como la Agenda Sostenible de Salud de las Américas, el Plan Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) , entre otros. El número de muertes de mujeres embarazadas no condice con el grado de desarrollo de la Región; esta es una contradicción que deberíamos eliminar.

Revisando los indicadores esenciales de salud materna, la Región tiene más del 90% de mujeres que reciben cuatro consultas prenatales, una proporción de partos atendidos en establecimientos de salud cerca del 97% y la proporción de partos atendidos por personal calificado superior a 96%; además de la atención a la salud sexual y reproductiva, que aproxima el 80%. En vista de estos indicadores, es necesario analizar por qué estos recursos, que son una importante inversión en cada país, no resultan en mejores resultados.

La muerte materna es el resultado de un proceso multifactorial donde interactúan elementos estructurales como el sistema económico, las condiciones ambientales, y la cultura. Además, intervienen otros factores de desigualdad social, como el racismo, la pobreza, la desigualdad de género y la falta de acceso al sistema
educativo. La interacción de estos factores considerados atributos de la vulnerabilidad, condicionan resultados adversos maternos y perinatales. Por tal razón, se deben implementar estrategias que se enfoquen en incidir positivamente sobre los determinantes sociales de la salud materna e implementar intervenciones reparativas para abordar aquellas vulnerabilidades.

En muchos contextos, las mujeres tienen niveles limitados de autonomía y poder de toma de decisión, incluso en lo que respecta a su propia salud. Además, las responsabilidades domésticas y de cuidados no remunerados, así como las condiciones laborales, limitan el tiempo disponible para acudir por cuidados de salud. Por lo tanto, para lograr una reducción sostenible de la mortalidad materna, es fundamental abordar aspectos relacionados con las normas y los roles de género.

Aunque los determinantes socioeconómicos y de género tienen una influencia innegable en la mortalidad materna, nueve de cada diez muertes maternas podrían evitarse mediante el acceso universal a servicios de atención materna de calidad y métodos anticonceptivos modernos, entre otros recursos. Esto demuestra que el desempeño del sector de la salud puede ser decisivo en la reducción de la mortalidad materna. Lograr la expansión de los sistemas de salud basada en la Atención Primaria de Salud, para asegurar el acceso universal a la salud y la cobertura universal de la salud, puede ser el factor crítico para reducir la mortalidad materna en la Región.

El propio sector de salud debe ser un agente de cambio transformador y actuar como un factor protector para reducir los resultados adversos de salud materna.

Let me now switch to English.

In today’s call for action, we are launching a new strategy to accelerate the reduction of maternal mortality in the Region of the Americas, based on the strengthening and expansion of Primary Health Care. The strategy proposes six strategic lines of action, in recognition of the urgent need to identify high-risk women in conditions of vulnerability and to build , the necessary health systems and services where they live to ensure that their needs are addressed in a timely and comprehensive manner prior to and during pregnancy, and beyond.

The strategy calls on countries to strengthen their governance and stewardship in health, in particular in maternal health, through the development of highly resolutive first levels of care that are integrated within health services networks, and that empower women, families and their communities to ensure that their comprehensive needs are met, including the right to sexual and reproductive health services.

It is imperative that we respond with urgency. The Strategy to Accelerate the Reduction of Maternal Mortality in the Americas provides a framework for action,- to be adapted to each country and context -, with actions that are complementary and integrated to optimize their impact. I urge our health authorities to assume a leadership role in its implementation, especially in those countries with the highest maternal mortality rates or with the highest absolute number of maternal deaths. It will be important to focus actions at the local level to ensure that we reach those women living in conditions of vulnerability while guaranteeing a continuum of care.

Achieving this goal will require countries to dedicate resources to these actions through the mobilization of all sectors, including academia, civil society, and the communities that are most impacted.

PAHO, and our partners, stand ready to support you in this action. We are committed to providing technical cooperation to support the implementation of national and subnational plans and interventions, to convene partners and experts around this task, and to scale capacity for the successful implementation of the Strategy.
To support this effort I am establishing a Strategic Advisory Group on Maternal Mortality comprised of senior high-level experts that will assist us in the analysis of this issue and challenges, and to provide strategic guidance to advance the acceleration of the response and the achievement of regional goals related to maternal health.

Distinguished Ministers for Health and esteemed colleagues, there is much work to be done. Rest assured that PAHO stands ready to work hand and hand with you on this critical endeavour – One that is fundamental to social justice and the realization of the right to health in the Americas, to the empowerment and protection of women and their families, and to the continued recovery of health and well-being of our societies throughout the Americas.

Thank you.