Preámbulo
Nosotros, los Ministros de Salud y representantes de diferentes sectores gubernamentales, reconocemos que pese a los esfuerzos concertados, la tuberculosis, en particular sus formas farmacorresistentes, provoca más muertes en el ámbito mundiala que ninguna otra enfermedad infecciosa y es una grave amenaza para la seguridad sanitaria mundial.
La tuberculosis mata a más de cinco mil niños, mujeres y hombres cada día sin que ningún país se libre del azote.a Es una de las enfermedades más mortíferas entre las personas en edad de trabajar, lo cual genera y refuerza un ciclo de mala salud y pobreza con consecuencias sociales y económicas potencialmente catastróficas para las familias, las comunidades y los países. Sin dejar de reconocer la mayor prevalencia de la tuberculosis entre los hombres, también las mujeres y los niños son vulnerables a las consecuencias de la enfermedad debido a desigualdades sociales y sanitarias vinculadas a la edad y al género, como la falta de conocimientos sobre salud, el acceso limitado a los servicios de salud, la estigmatización y la discriminación, y la exposición a la infección en tanto que cuidadoras. La tuberculosis multirresistente representa un tercio de todas las muertes relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos (RAM), por lo que el programa mundial contra la RAM es trascendental en la lucha contra la tuberculosis. Asimismo, la tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH/sida. Las metas mundiales contra la tuberculosis no se alcanzarán sin herramientas nuevas y más eficaces y enfoques innovadores para la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención de la enfermedad. Sin embargo, las persistentes deficiencias de financiación impiden progresar para poner fin a la tuberculosis.
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