Consideraciones de salud para países que reciben refugiados y repatriados por la emergencia en Ucrania, en el contexto de la pandemia por la COVID-19. 12 de marzo de 2022

Desde hace varias semanas se viene reportando un desplazamiento masivo de población desde Ucrania a países y territorios de Europa y otros continentes (1, 2). Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud plantea como preocupaciones prioritarias de salud pública en Ucrania, las lesiones y trauma relacionados al conflicto bélico, exacerbados por la falta de acceso a los servicios de salud por parte de pacientes y personal de salud debido a la inseguridad y la falta de acceso a medicamentos, vacunas y suministros vitales. Son también motivo de preocupación el exceso de morbilidad y mortalidad debido a la interrupción de los servicios esenciales para la atención de enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, etc.) y enfermedades agudas maternas, neonatales e infantiles. Adicionalmente existe el riesgo de mayor ocurrencia de enfermedades transmisibles como COVID-19, influenza, sarampión, poliomielitis, difteria, tétanos neonatal y no neonatal, tuberculosis, VIH y enfermedades diarreicas, incluyendo cólera, debido a la destrucción generalizada de la infraestructura crítica, lo que consecuentemente ha ocasionado la falta de acceso a la atención médica y medicamentos, agua potable, saneamiento e higiene, así como desplazamiento de población, el hacinamiento y la cobertura de vacunación inadecuada. A esto se suma la salud mental y salud psicosocial, debido al estrés significativo por el conflicto y dos años consecutivos de la pandemia por la COVID-19 (1, 2).

La mayoría de población desplazada desde Ucrania, son mujeres, niños y adultos mayores. La condición de desplazamiento es un factor de riesgo para enfermedades transmisibles y enfermedades prevenibles por vacunación, entre otras.

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