OPS y la Fundación Gonchi Rodriguez realizaron una investigación con base en las publicaciones nacionales e internacionales para determinar el impacto del alcohol en la siniestralidad.
Se identificaron así 13 publicaciones en revistas arbitradas y cuatro documentos que forman la base de las evidencias encontradas. Un trabajo de revisión de 112 estudios entre 1981 y 1998 vinculados a experimentos con diferentes concentraciones de alcohol en sangre, comprueba que varias de las habilidades necesarias para manejar se alteran con medidas distintas de cero. Otro estudio, refleja que los conductores bajo efectos del alcohol son más impulsivos y arriesgados y, su capacidad de juicio, vigilancia, tiempo de reacción y control, disminuyen de forma acorde.
Otro análisis toma en cuenta los niveles de alcohol y en fallecidos por siniestros de tránsito y un índice evaluador de política pública y legislación. Al relacionar estos parámetros, concluye que los Estados con normas más restrictivas sobre el consumo de alcohol presentan menores tasas de mortalidad.
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