El rastreo de contactos consiste en la identificación de todos los contactos estrechos de un caso de COVID-19 para poder realizarles el seguimiento de su estado de salud, es decir, comunicarse con ellos a diario -durante 14 días- para asegurar que se encuentren en cuarentena estricta y determinar si tienen síntomas compatibles con COVID-19 y, en ese caso, hacer la prueba para verificar si se infectaron y proceder a la atención médica correspondiente. El rastreo de contactos es una estrategia clave para romper las cadenas de transmisión de COVID-19 y controlar el virus.
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