Introducción
Durante años, los problemas de salud que conciernen especialmente a la adolescencia se han comprendido mal y, en algunos casos, se han pasado por alto, pero ahora la situación ha cambiado. La salud y el desarrollo de los adolescentes constituye parte integral de la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente (2016-2030) (la “estrategia mundial”) porque, en palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, “[los adolescentes] son fundamentales para todo lo que deseamos lograr y para el éxito general de la Agenda hasta 2030”. ¿Por qué “fundamentales”? Porque invertir en la salud de los adolescentes devenga un triple dividendo de beneficios: para los adolescentes ahora, para su vida adulta en el futuro y para la generación venidera. Su salud y su bienestar son motores de cambio en el impulso constructor de sociedades más saludables y más sostenibles.
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