Envejecimiento Saludable: Datos y Visualizaciones

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Los datos sobre el envejecimiento y la salud son cruciales para comprender mejor el estado de salud de las personas mayores, así como sus contribuciones sociales y económicas y el capital social, por eso el fortalecimiento de los datos, la investigación y la innovación para acelerar la implementación es uno de los facilitadores de la Década del Envejecimiento Saludable.

Los datos disponibles en este observatorio proporcionan la información actualmente disponible que puede ser útil para priorizar y evaluar las intervenciones de salud pública. Las personas mayores no son un grupo homogéneo, ni el proceso de envejecimiento ocurre de la misma manera y velocidad en todos los países. Por lo tanto, brindar datos desglosados puede ayudar a los países a prepararse para el cambio demográfico y abordar mejor las necesidades de las personas mayores.


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GBD en adultos mayores en la región de las Américas en 2019

Fuente: Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019)
 

Los años de vida perdidos ajustados por discapacidad (DALYs), son una medida que permite representar la pérdida equivalente a un año de vida saludable. Esta medida es considerada como un indicador sintético de la salud, ya que se calculan como la sumatoria de los  Años de Vida Perdidos por Muerte Prematura (AVMP) más los Años Vividos con Discapacidad (AVD).

En la medida en que crece la tasa de DALYs por país, mayor será la pérdida de años de vida saludable del grupo poblacional al cual se esté analizando. Por tanto, un mayor DALY significa una peor condición de salud.

En la gráfica se aprecia que, en la región de las Américas (2019), los países con mayor DALYs son Guyana, Haití y Surinam; mientras que Canadá ostenta el menor DALY, lo cual significa que en este país es donde menos años de vida saludable se pierden por muerte prematura o por discapacidad en la región de las Américas.


Mortalidad proporcional en adultos mayores y principales causas de muerte 2019

Fuente: WHO Global Health Estimates 2019
 

Como resultado de la transición epidemiológica, las enfermedades crónicas no transmisibles han reemplazado a las enfermedades transmisibles (condiciones transmisibles, maternas, perinatales ) convirtiéndose en la principal causa de muerte (87.2%) de las personas mayores, independientemente del grupo etario, país, o sexo. 

Entre las primeras 25 causas de muerte en las personas mayores de ambos sexos, en 2019, en la región, se encontraban: la enfermedad isquémica del corazón (20.87%), accidente cerebro vascular (9.15%), enfermedad de Alzheimer y otras demencias (8.55%).

El orden de frecuencia de las enfermedades cambiará según el país que se haya seleccionado. La razón de las diferencias entre países y la prevalencia de causa de muerte está relacionada con factores socioeconómicos, hábitos y estilos de vida; los cuales pueden ser muy heterogéneos en la región de las Américas.


Nivel y tendencias de envejecimiento en 2019

Fuente: United Nations World population prospects 2019

En la región de las Américas –como parte de un fenómeno global-  ha ocurrido una transición demográfica, que se evidencia en cambios graduales del tamaño de población según los diferentes grupos etarios.

En el grupo de 0-14 años, el tamaño de la población tuvo una tendencia creciente (lenta), del año 1950 al año 2000. A partir de esta fecha la trayectoria de crecimiento presenta una tendencia decreciente y no se advierte cambio en la tendencia proyectada a 2100.  Lo cual significa una disminución continua de el número de niños a nivel regional.

En el grupo de 15-59 años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente del año 1950 al año 2040. A partir de esta fecha la trayectoria de crecimiento presenta una tendencia decreciente y no se advierte cambio en la tendencia proyectada a 2100.  Lo cual significa una disminución continua de el número de adolescentes, adultos jóvenes y adultos a nivel regional.

En el grupo de 60-79 años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente en todo el período observado y proyectado (1950-2100); teniendo en cuenta que alrededor del año 2060, el crecimiento se estabilizará en un valor aproximado a los 200 millones. 

En el grupo de 80 y + años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente en toda la trayectoria observada y proyectada (1950-2100), lo cual se reflejará en un aumento gradual del número de personas en este grupo etario.

A pesar de que los resultados siguen una distribución normal en todo el período analizado, este comportamiento de los valores absolutos del tamaño de la población en cada grupo etario conducirá a que en el año 2100 se aprecie a una notable disminución del porcentaje relativo de personas de 0-14 años y un aumento en los grupos de 60-79 años y de 80 y + años ; lo cual tiene su reflejo directo en el cambio del comportamiento de la curva que contiene al índice de envejecimiento considerado en esta gráfica como el número de adultos de 60 años y más por cada 100 niños menores de 15 años.


Esperanza de vida: un impulsor clave del envejecimiento, Américas 1990-2019

Fuente: Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019)

La esperanza de vida es un indicador que expresa el promedio de años que viviría una persona considerando su año de nacimiento y el nivel de mortalidad  determinado para ese grupo poblacional.

En el período de 1990-2019 la trayectoria de la esperanza de vida mantuvo una tendencia creciente en todas las subregiones que componen la región de las Américas; siendo América del Norte la subregión que influyó con mayor peso en este comportamiento. Esta región, a partir del año 2010, se acerca a la trayectoria del resto de las subregiones, cual se explica en una desaceleración del crecimiento de este indicador en América del Norte, en concomitancia con un crecimiento de la esperanza de vida del resto de las subregiones.

En cuanto a la esperanza de vida a los 60 años, las trayectorias mantuvieron una tendencia creciente, aunque con fluctuaciones moderadas en el período, pero que no condicionaron un cambio a largo plazo en la tendencia.

En el grupo de 80 años, se puede apreciar que en el período 1990-2019, es donde se encuentran las mayores fluctuaciones en la trayectoria de las regiones y  entre las regiones y que los mayores cambios ocurrieron en el grupo de las mujeres. Estas variaciones son resultado de múltiples factores, entre los que se encuentran: la mayor tasa de supervivencia y mejores hábitos de vida de las mujeres.


Tendencia de adultos mayores en las Américas

Fuente: United Nations World population prospects 2019

El Índice de envejecimiento expresa la relación entre la cantidad de personas mayores y la cantidad de personas menores de 15 años que viven en un país. Este valor se multiplica por 100.

Cuando el valor de este índice es superior a 100, el país tiene una población envejecida. En la región de las Américas hay 10 países clasificados así. Estos países enfrentan varios retos en su diseño de políticas públicas. En este grupo existe una gran heterogeneidad entre los países en cuanto a niveles de ingreso y tamaño de población. Estas diferencias conllevarán a diferencias en tanto manejo y resultados en el mediano plazo de esta condición.

Los restantes 40 países de la región están clasificados como país con población joven. Al estar en esta clasificación tiene más oportunidades de manejo de la gestión de las políticas públicas en torno al envejecimiento, a los cuidados de largo plazo, a las políticas de salud y bienestar social, entre otras.  No obstante, la transición demográfica es un hecho que requiere acciones inmediatas y oportunas en estos 40 países de la región que continuarán envejeciendo en los próximos años.

 


Envejecimiento y años de vida saludables. Las personas viven más tiempo, pero ¿todos esos años adicionales se viven en buena salud?

Fuente: Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019)
 

El envejecimiento es un proceso que debería experimentarse con salud, en todos los años de la vida; sin embargo, esto no es una realidad, en la región de las Américas, según datos del año 2019.

En el gráfico se observa una relación lineal entre las variables, con una trayectoria con tendencia creciente. Es decir, en la medida en que aumenta la esperanza de vida, aumenta el número de años de vida poco saludable.  Estas variables están expresando una mayor fuerza de correlación en los tramos de la curva en la que hay mayor concentración de países.

En el caso de los hombres, los resultados se concentran, para la mayoría de los países,  entre los 70 y 75  años de edad. En el caso de las  mujeres, la mayor concentración de años de vida poco saludable está alrededor de los 77 y 82 años de edad. En el caso de los hombres, la relación de causalidad entre estas variables es más fuerte que en el caso de las mujeres, evidenciado en una menor dispersión de los datos. 

Por su parte, en el gráfico donde se muestra la relación entre la proporción de años de vida saludable y la esperanza de vida, para ambos sexos se aprecia que la correlación es menor, señalando que el incremento de los años de vida poco saludables no es proporcional al incremento del número de años de la esperanza de vida. En el caso de los hombres la correlación es más fuerte, mientras que, en el caso de las mujeres, podría haber otras variables explicando el comportamiento de los datos.

Estos resultados evidencian la necesidad de la incorporación de la salud como eje prioritario y transversal de las políticas públicas de los países de la región.


¿Están aumentando las brechas de esperanza de vida y esperanza de vida saludable con el tiempo?

Fuente: Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019)

En el gráfico se puede apreciar no solo la significativa brecha que existe entre la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable, sino que, además, de manera discreta, pero sostenida, esta brecha se ha ido ampliando en el período de 1990-2018. Lo cual se evidencia en la falta de convergencia en las trayectorias de las curvas que representan ambos indicadores.

Existe una marcada diferencia entre los hombres y las mujeres en cuanto a la trayectoria de las curvas de esperanza de vida y esperanza de vida saludable. La primera diferencia es en cuanto a nivel, siendo que las mujeres han tenido una mayor esperanza de vida y esperanza de vida saludable que los hombres en todo el período analizado.  Sin embargo, la brecha entre la esperanza de vida y esperanza de vida saludable  de las mujeres, no solo es más amplia, sino que se ha ampliado más que en los hombres.

En términos de resultados deseados, la política pública debe enfocarse en provocar un cambio de nivel (incrementar) en los valores de la esperanza de vida saludable, y modificar la tendencia de la trayectoria de la esperanza de vida saludable, la cual muestra, en el gráfico, una amplia posibilidad de convertirse en una tendencia decreciente.

Fuentes de información:

Estimaciones de mortalidad por causa, sexo y país: Estimaciones mundiales de mortalidad de la OMS
Página web

Población: Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División de Población.
Perspectivas de la población mundial: revisión de 2019
Página web

Red Global de Colaboración sobre la Carga de Enfermedad. Resultados del Estudio de la Carga Global de Enfermedad 2019 (GBD 2019)
Seattle, Estados Unidos: Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), 2019.
Disponible aquí

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