Nivel y tendencias de envejecimiento en 2019
Fuente: United Nations World population prospects 2019
En la región de las Américas –como parte de un fenómeno global- ha ocurrido una transición demográfica, que se evidencia en cambios graduales del tamaño de población según los diferentes grupos etarios.
En el grupo de 0-14 años, el tamaño de la población tuvo una tendencia creciente (lenta), del año 1950 al año 2000. A partir de esta fecha la trayectoria de crecimiento presenta una tendencia decreciente y no se advierte cambio en la tendencia proyectada a 2100. Lo cual significa una disminución continua de el número de niños a nivel regional.
En el grupo de 15-59 años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente del año 1950 al año 2040. A partir de esta fecha la trayectoria de crecimiento presenta una tendencia decreciente y no se advierte cambio en la tendencia proyectada a 2100. Lo cual significa una disminución continua de el número de adolescentes, adultos jóvenes y adultos a nivel regional.
En el grupo de 60-79 años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente en todo el período observado y proyectado (1950-2100); teniendo en cuenta que alrededor del año 2060, el crecimiento se estabilizará en un valor aproximado a los 200 millones.
En el grupo de 80 y + años, el tamaño de la población tiene una tendencia creciente en toda la trayectoria observada y proyectada (1950-2100), lo cual se reflejará en un aumento gradual del número de personas en este grupo etario.
A pesar de que los resultados siguen una distribución normal en todo el período analizado, este comportamiento de los valores absolutos del tamaño de la población en cada grupo etario conducirá a que en el año 2100 se aprecie a una notable disminución del porcentaje relativo de personas de 0-14 años y un aumento en los grupos de 60-79 años y de 80 y + años ; lo cual tiene su reflejo directo en el cambio del comportamiento de la curva que contiene al índice de envejecimiento considerado en esta gráfica como el número de adultos de 60 años y más por cada 100 niños menores de 15 años.
Esperanza de vida: un impulsor clave del envejecimiento, Américas 1990-2019
Fuente: Global Burden of Disease Study 2019 (GBD 2019)
La esperanza de vida es un indicador que expresa el promedio de años que viviría una persona considerando su año de nacimiento y el nivel de mortalidad determinado para ese grupo poblacional.
En el período de 1990-2019 la trayectoria de la esperanza de vida mantuvo una tendencia creciente en todas las subregiones que componen la región de las Américas; siendo América del Norte la subregión que influyó con mayor peso en este comportamiento. Esta región, a partir del año 2010, se acerca a la trayectoria del resto de las subregiones, cual se explica en una desaceleración del crecimiento de este indicador en América del Norte, en concomitancia con un crecimiento de la esperanza de vida del resto de las subregiones.
En cuanto a la esperanza de vida a los 60 años, las trayectorias mantuvieron una tendencia creciente, aunque con fluctuaciones moderadas en el período, pero que no condicionaron un cambio a largo plazo en la tendencia.
En el grupo de 80 años, se puede apreciar que en el período 1990-2019, es donde se encuentran las mayores fluctuaciones en la trayectoria de las regiones y entre las regiones y que los mayores cambios ocurrieron en el grupo de las mujeres. Estas variaciones son resultado de múltiples factores, entre los que se encuentran: la mayor tasa de supervivencia y mejores hábitos de vida de las mujeres.
Tendencia de adultos mayores en las Américas
Fuente: United Nations World population prospects 2019
El Índice de envejecimiento expresa la relación entre la cantidad de personas mayores y la cantidad de personas menores de 15 años que viven en un país. Este valor se multiplica por 100.
Cuando el valor de este índice es superior a 100, el país tiene una población envejecida. En la región de las Américas hay 10 países clasificados así. Estos países enfrentan varios retos en su diseño de políticas públicas. En este grupo existe una gran heterogeneidad entre los países en cuanto a niveles de ingreso y tamaño de población. Estas diferencias conllevarán a diferencias en tanto manejo y resultados en el mediano plazo de esta condición.
Los restantes 40 países de la región están clasificados como país con población joven. Al estar en esta clasificación tiene más oportunidades de manejo de la gestión de las políticas públicas en torno al envejecimiento, a los cuidados de largo plazo, a las políticas de salud y bienestar social, entre otras. No obstante, la transición demográfica es un hecho que requiere acciones inmediatas y oportunas en estos 40 países de la región que continuarán envejeciendo en los próximos años.