Situación de emergencia en Cuba

cajas con donaciones enviadas por avión a cuba. Las cajas tienen el logo de OPS

Una crisis socioeconómica exacerbada por múltiples desastres

Desde hace varios años, Cuba atraviesa una crisis económica que se ha ido agravando. La presión inflacionaria, la escasez de medicamentos y suministros, y la creciente migración del personal sanitario han puesto a prueba el sistema de salud cubano y han repercutido colectivamente en el bienestar y salud de la población.

En este difícil contexto, Cuba vive actualmente una crisis sin precedentes debido a la convergencia de desastres, una emergencia energética y graves retos de salud pública. En menos de un mes, la isla ha sido golpeada por dos huracanes (Oscar, categoría 1, y Rafael, categoría 3) y dos terremotos (magnitudes 5,9 y 6,8). Estos sucesos han dejado un rastro de destrucción, grandes inundaciones e interrupción de servicios esenciales como el agua y la atención de salud, complicando aún más la crisis socioeconómica en curso.

 

 

 

 

 

habitación de hospital inundada de agua.

Datos clave

Un total de 385 instalaciones de salud reportaron daños de distinto tipo e intensidad. 

 

Siete provincias cubanas sufren una grave escasez de agua, siendo Artemisa (83%) y La Habana (80%) las más afectadas, mientras que los cortes de electricidad y los daños en las infraestructuras de Mayabeque, Guantánamo y Granma agravan la crisis. 

 

Situación actual e impacto a la salud

Los recientes desastres, en medio de las repetidas desconexiones del sistema eléctrico nacional en todo el país, plantean importantes retos para la respuesta de emergencia y los esfuerzos de recuperación en las regiones afectadas.

En medio de las continuas epidemias de dengue y oropouche en todo el país, el riesgo de brotes de enfermedades transmisibles sigue siendo alto debido a las prolongadas inundaciones, la falta de acceso al agua potable y la escasa higiene en los refugios temporales para la población evacuada. Además, esta situación aumenta la probabilidad de brotes de enfermedades estomacales, infecciones respiratorias y otras enfermedades transmitidas por vectores.

Aunque el sistema sanitario ha sido capaz de mantener hasta cierto punto los servicios de salud y la vigilancia epidemiológica con los recursos y el personal existentes, faltan reactivos y material de laboratorio para el diagnóstico, antibióticos y otros medicamentos para el tratamiento, así como suministros básicos para el funcionamiento de los servicios de salud. 

evaluación del riesgo a la salud (en inglés)

 

Persona montando bicicleta en calle de Cuba

Situación de Oropouche

Desde finales del 2023, se notificaron brotes de la enfermedad causada por el virus de Oropouche (OROV) en varios países de América del Sur y el Caribe, incluidas zonas sin antecedentes de esta enfermedad. De acuerdo a las actualizaciones del Ministerio de Salud Pública de Cuba. Al 30 de enero del 2025, se han registrado 23, 639 casos sospechosos y 626 confirmados. Entre estos últimos, hubo 76 pacientes con Síndrome de Guillain-Barré, 25 con encefalitis y 15 con meningoencefalitis. Aunque desde finales del 2024 no se reportan casos confirmados,  el reciente brote destaca la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica y entomológica, al igual que las medidas de prevención en la población.

 

 

Respuesta de la OPS

La respuesta de la OPS se centra en garantizar la continuidad de la prestación de servicios de salud a la población, principalmente a las comunidades más vulnerables, en apoyo a las autoridades nacionales y al Ministerio de Salud, y en estrecha coordinación con otros organismos de las Naciones Unidas (ONU), incluyendo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Gracias al apoyo financiero y operativo de Direct Relief, la Unión Europea y el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) de las Naciones Unidas, y en coordinación con la Oficina de Administración de Desastres del Ministerio de Salud Pública de Cuba, la OPS ha enviado más de cuatro toneladas de suministros esenciales, incluidos materiales médicos y de atención traumatológica, equipos de protección personal, generadores eléctricos y otros suministros operativos para hospitales de referencia e instalaciones de salud estratégicas a las regiones más afectadas por los recientes desastres.

Para hacer frente a la propagación de los casos de Oropouche en el país, la OPS hizo la donación de reactivos y materiales para apoyar la detección molecular del virus y facilitó la capacitación de varios profesionales cubanos de laboratorio en secuenciación del genoma completo, detección serológica y molecular de la infección por Oropouche y producción de reactivos esenciales para detectar anticuerpos contra este patógeno.

En septiembre de 2024, expertos regionales de la OPS en virología, epidemiología, gestión clínica, entomología y salud materno-infantil llevaron a cabo una misión a Cuba para evaluar la situación actual de la fiebre de Oropouche, analizar los factores que impulsan el brote en curso, identificar las brechas, los desafíos y las oportunidades para fortalecer los esfuerzos de respuesta y control de la enfermedad.

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