Apoyar la lactancia materna para un planeta más saludable
"Apoyar la lactancia materna para un planeta más saludable" ha sido seleccionado por la Alianza Mundial para la Lactancia Materna (WABA) como el tema de este año para la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020. El tema se centra en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente/cambio climático y el imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para salud del planeta y su gente.
Invertir en la lactancia materna puede salvar vidas infantiles y mejorar la salud, el desarrollo social y económico de individuos y naciones. Por lo tanto, debe crearse un entorno propicio para la lactancia materna, así como otras facetas de la alimentación de lactantes y niños pequeños. La protección, promoción y apoyo de la lactancia materna requieren acciones coordinadas durante los tiempos normales y quizás aún más durante las emergencias. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de abogar por la lactancia materna como una intervención de salud pública que salva vidas y previene infecciones y enfermedades en la población en general.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, es una campaña mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados con la lactancia materna. La OPS se une a la comunidad mundial para apoyar los esfuerzos para fortalecer las medidas para proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna en toda la Región de las Américas.
La lactancia materna mejora la salud de los bebés y sus madres
- La lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés, ya que proporciona los nutrientes que necesitan de forma equilibrada, al tiempo que protege frente a la morbilidad y la mortalidad debido a enfermedades infecciosas.
-
Los niños amamantados tienen un menor riesgo de maloclusión dental y la investigación ha demostrado que existe una relación entre la lactancia materna y mejores resultados en las pruebas de inteligencia.
- La lactancia materna también ayuda a mejorar la salud materna, ya que reduce el riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
La lactancia materna contribuye a un mundo más saludable, mejor educado, más equitativo y más sostenible para el medio ambiente.
Lactancia materna durante la pandemia de COVID-19
La OPS / OMS continúa recomendando que durante la pandemia de COVID-19 se sigan las pautas estándares sobre alimentación infantil. Éstas son:
- iniciación de la lactancia materna dentro de la hora siguiente al nacimiento,
- lactancia materna exclusiva hasta que los bebés tengan seis meses de edad, y
- continuación de la lactancia materna, junto con alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, hasta los dos años de edad o más.
Los beneficios de la lactancia materna y la interacción entre madres e hijos para prevenir infecciones y promover la salud y el desarrollo son especialmente importantes cuando la salud y otros servicios comunitarios se ven afectados o limitados.
Las madres y los bebés deben recibir apoyo para permanecer juntos y practicar el contacto piel a piel y / o el método de madres canguro, ya sea que ellas o sus bebés sean casos sospechosos, probables o confirmados de infección por el virus que causa la COVID-19. Se debe proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo de alimentación práctica a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.
Preguntas y respuestas sobre la COVID-19 y la lactancia materna
El virus activo causante de la COVID-19 (virus causante de la infección) no se ha encontrado en la leche materna. Hasta la fecha no se ha detectado la transmisión de la COVID-19 a través de la leche materna ni el amamantamiento. No existen motivos para evitar la lactancia materna ni interrumpirla.
Sí. En todos los entornos socioeconómicos, la lactancia materna mejora la supervivencia de los neonatos y lactantes y les proporciona beneficios de salud y desarrollo que duran toda la vida. La lactancia materna también mejora la salud de las madres.
Sí. Los cuidados inmediatos y continuados piel con piel, y en particular la técnica de la «madre canguro», mejoran la regulación de temperatura de los neonatos y se asocian a una mayor supervivencia neonatal. Además, colocar al recién nacido junto a la madre permite una iniciación temprana de la lactancia materna, lo que también reduce la mortalidad.
Los numerosos beneficios del contacto piel con piel y de la lactancia materna superan sustancialmente los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados a la COVID-19.
Sí. Las mujeres con COVID-19 presunta o confirmada pueden amamantar si lo desean, aplicando las siguientes medidas:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con un gel hidroalcohólico, especialmente antes de tocar al lactante;
- Utilizar una mascarilla médica durante todo contacto con el lactante, en particular mientras lo amamantan;
- Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser, tras lo cual deben desecharlo inmediatamente y lavarse las manos;
- Limpiar y desinfectar sistemáticamente todas las superficies que toquen.
Es importante sustituir la mascarilla médica en cuanto empiece a humedecerse y desecharla inmediatamente. No se debe reutilizar la mascarilla ni tocar su parte frontal.
Sí. La lactancia materna reduce incuestionablemente la mortalidad de los neonatos y lactantes y les proporciona numerosos beneficios para la salud y el desarrollo cerebral que duran toda la vida.
Se recomienda que las madres con síntomas de COVID-19 utilicen una mascarilla médica, pero incluso aunque esto no sea posible se debe mantener la lactancia materna. Las madres deberán practicar no obstante las demás medidas de prevención de infecciones, como lavarse las manos, limpiar las superficies que toquen y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al estornudar o toser.
Las mascarillas higiénicas (por ejemplo, caseras o de tela) no se han evaluado. En este momento no es posible recomendar ni desaconsejar su uso.
Si está demasiado enferma para amamantar a su bebé debido a la COVID-19 o a otras complicaciones, debe recibir apoyo para proporcionar leche materna a su bebé de una forma viable, posible y aceptable para usted. Algunas opciones para ello son:
- uso de sacaleches;
- leche materna procedente de donantes.
Si el uso de sacaleches o la donación de leche materna no son viables se puede plantear la posibilidad de recurrir a un ama de cría (otra mujer amamanta al niño) o a la lactancia artificial. En este último caso se deberán adoptar medidas para asegurarse de que sea viable, segura y sostenible y de que el producto se prepare correctamente.
Puede empezar a amamantar cuando se sienta suficientemente bien para hacerlo. No hay ningún periodo de espera establecido después de haber padecido COVID-19 presunta o confirmada. No hay datos científicos que indiquen que la lactancia modifique el curso clínico de la COVID-19 en las madres. Deberá usted recibir apoyo de los profesionales sanitarios o de una asesora de lactancia para reanudar la lactancia materna.
No. En todos los entornos, alimentar a neonatos y lactantes con leche artificial conlleva algunos riesgos. Estos riesgos aumentan cuando se ven comprometidas las condiciones del hogar o la comunidad: por ejemplo, si existe un acceso reducido a los servicios sanitarios en caso de enfermedad del bebé o un acceso reducido al agua potable, o si el acceso a la leche artificial es difícil o no está garantizado en condiciones asequibles y sostenibles.
Los numerosos beneficios de la lactancia materna superan sustancialmente los posibles riesgos de transmisión y enfermedad asociados al virus de la COVID-19.
Lactancia materna y COVID-19
Lactancia materna y COVID-19