Es conocido que la emergencia provocada por la Pandemia de la COVID-19 ha provocado un aumento de los niveles de estrés en la población y actualmente muchas personas están luchando contra la ansiedad y la depresión. Además, los servicios de salud mental se han visto significativamente interrumpidos y siguen sin estar disponibles para muchas personas que los necesitan urgentemente. En particular, la COVID-19 está afectando negativamente a grupos que ya vivían de manera desproporcionada en condiciones de vulnerabilidad antes de la pandemia, lo que agrava aún más las desigualdades existentes.
Las comunidades indígenas que ya enfrentaban barreras para acceder a los servicios de salud mental antes de la COVID-19, como ser las zonas geográficas, el lenguaje y la discriminación, ahora enfrentan desafíos adicionales para acceder a los servicios esenciales de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS) por la pandemia. Abordar la salud mental de los indígenas durante la COVID-19 es una prioridad urgente, que requiere el desarrollo de capacidades de los trabajadores o equipos del sistema de salud del país, para brindar servicios de SMAPS culturalmente apropiados para apoyar y empoderar a estas comunidades para mejorar su salud mental. Uno de los enfoques de la OPS en su apoyo técnico es poder acompañar a los países en la mejora/expansión de la prestación efectiva de servicios de salud mental y el fortalecimiento de los sistemas de información y vigilancia.
Por lo que se realizarón varios elementos de comunicación para diseminación de materiales impresos (afiches), spot para radio, videso para redes y gif animados.