La salud mental de los trabajadores sanitarios durante la pandemia de COVID-19
Los trabajadores sanitarios han jugado un rol fundamental en el control y manejo de la pandemia de COVID-19 y en la emergencia sanitaria que ha generado. Lamentablemente, esto se ha asociado a altos niveles de estrés, de síntomas de ansiedad y depresión, y otros efectos negativos. Por esta razón, a principios del año 2020, iniciamos “The COVID-19 HEalth caRe wOrkErS Study” (HEROES), un estudio de cohorte que busca conocer el impacto en la salud mental de los trabajadores sanitarios en 12 países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay), y en otras regiones del mundo. El estudio incluyó tanto trabajadores de la llamada “primera línea”, como aquellos que se desempeñan en otras áreas de hospitales y centros de atención primaria.
Los resultados preliminares indican un impacto negativo en la salud mental de estos trabajadores. Por ejemplo, un 25% ha reportado falta de energía, y alteraciones del sueño y del apetito. Con instrumentos estandarizados (por ejemplo, “Patient Health Questionnaire-9”), encontramos que un 22% de los participantes tienen una puntuación que indica un cuadro depresivo moderado a grave, y que alrededor de un 7% ha manifestado ideas suicidas.
Un 35% respondió que necesitaba ayuda psicológica, pero sólo un tercio de ellos la había recibido. Esto indica que las respuestas que los países han implementado tienen una cobertura insuficiente.
Nuestro estudio también considera condiciones de riesgo laboral para orientar acciones que protejan la salud de los trabajadores sanitarios en el contexto laboral. Por ejemplo, hemos identificado que: a) el impacto en la salud mental de los trabajadores es similar para quienes trabajan en hospitales versus otros contextos sanitarios; b) cerca de la mitad de ellos refieren haber sufrido discriminación y un cuarto vivió experiencias de vio- lencia por ser un trabajador sanitario, lo cual a su vez se asocia
a peores resultados en salud mental; y, c) alrededor de un 85% presenta baja confianza en sus respectivos gobiernos respecto al manejo de la pandemia.
Sin embargo, sobre un 90% de estos trabajadores han tenido el apoyo de su familia y alrededor de un 80% también han recibido apoyo desde sus compañeros de trabajo. En nuestro estudio, el apoyo familiar y el apoyo en el contexto laboral se han asociado a mejores indicadores de salud mental.
Nos parece fundamental que los países fortalezcan y coordinen las acciones centralizadas con las de nivel local, para que los trabajadores sanitarios obtengan mayor apoyo en su lugar de trabajo, al mismo tiempo que se provea atención directa a aquellos que lo requieran.
Profesor del Programa de Salud Mental, Escuela de Salud Pública Facultad de Medicina, Universidad de Chile
Franco Mascayano MPH
Research Associate
Mailman School of Public Health, Columbia University New York State Psychiatric Institute
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