Los efectos negativos de las zoonosis tienen un gran alcance. Desde el punto de vista económico pueden provocar una disminución de la productividad laboral, una reducción del número de viajes y turismo a las zonas afectadas, la disminución de la producción ganadera y alimentaria, la pérdida o sacrificio de los animales afectados y trabas y pérdidas en el comercio internacional.
La intervención o el control de la fuente animal podría evitar, en la gran mayoría de los casos, problemas posteriores para la salud pública, de modo que se deben implementar acciones integradas que permitan abordar los factores responsables de los problemas intersectoriales de salud. Por consiguiente, buscar soluciones a estos problemas, habida cuenta de su complejidad, conlleva un planteamiento mediante la cooperación a nivel intersectorial en el marco de «Una Salud» (One Health), que precisa del aporte, la intervención y colaboración de equipos profesionales de todos los sectores de la salud, humana, animal y medioambiental.
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