Las ventajas y los riesgos del uso de radiaciones, tanto en aplicaciones médicas, industriales o de investigación, son bien conocidos.
El elevado riesgo potencial para la salud que implica su uso, hace necesario adoptar medidas especiales para la protección radiológica de pacientes, trabajadores, público y medio ambiente.
- La radiación ionizante es un tipo de energía liberada por los átomos en forma de ondas electromagnéticas o partículas.
- Las personas están expuestas a fuentes naturales de radiación ionizante, como el suelo, el agua o la vegetación, así como a fuentes artificiales, tales como los rayos X y algunos dispositivos médicos.
- Las radiaciones ionizantes tienen muchas aplicaciones beneficiosas en la medicina, la industria, la agricultura y la investigación.
- A medida que aumenta el uso de las radiaciones ionizantes también lo hacen los posibles peligros para la salud si no se utilizan o contienen adecuadamente.
- Cuando las dosis de radiación superan determinados niveles pueden tener efectos agudos en la salud, tales como quemaduras cutáneas o síndrome de irradiación aguda.
- Las dosis bajas de radiación ionizante pueden aumentar el riesgo de efectos a largo plazo, tales como el cáncer.
La primera versión de las Normas Básicas Internacionales de Seguridad para la Protección contra la Radiación Ionizante y para la Seguridad de las Fuentes de Radiación se publicó en 1962, y en 1967, 1982 y 1996 se publicaron actualizaciones.
La OPS ha participado activamente en el proceso de revisión y actualización de la última versión de las normas en colaboración con otras agencias. Durante este período de examen y revisión, se celebraron más de 60 reuniones, entre ellas las reuniones de la Secretaría de Normas, sesiones y talleres regionales organizados por los organismos interesados con miras a recibir observaciones de los Estados Miembros y de los grupos de expertos. También se convocaron reuniones técnicas específicas para asuntos más complejos o nuevos.