• Vacunación antigripal en el norte de Brasil

Influenza, SARS-CoV-2, VSR y otros virus respiratorios

La influenza es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. La influenza suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales. La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte.

SARS-CoV-2 es el virus que causa la enfermedad infecciosa conocida por COVID-19. La mayoría de las personas infectadas por el virus experimentarán una enfermedad respiratoria de leve a moderada y se recuperarán sin requerir un tratamiento especial. Sin embargo, algunas enfermarán gravemente y requerirán atención médica. Las personas mayores y las que padecen enfermedades subyacentes, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas o cáncer, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. El virus puede propagarse desde la boca o nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira. Cualquier persona, de cualquier edad, puede contraer la COVID-19 y enfermar gravemente o morir.  

El virus sincitial respiratorio, o RSV, es un virus respiratorio común que generalmente causa síntomas leves similares a los de un resfriado. La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero el VSR puede ser grave. Los bebés y los adultos mayores tienen más probabilidades de desarrollar VSR grave y necesitar hospitalización. Hay vacunas disponibles para proteger a los adultos mayores del VRS grave. Hay productos de anticuerpos monoclonales disponibles para proteger a los bebés y niños pequeños del VRS grave.

Datos clave

Puede verse afectado cualquier grupo de edad, aunque unos corren más riesgos que otros.

  • Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones son las embarazadas, los menores de 59 meses, los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).
  • Debido a su exposición a los pacientes, los profesionales sanitarios corren gran riesgo de infectarse por los virus de la gripe y de transmitirlos, sobre todo a personas vulnerables.

La gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos como las escuelas y las residencias de ancianos. Al toser o estornudar, las personas infectadas dispersan en el aire, a distancias de hasta 1 metro, gotículas infecciosas (con virus), infectando así a las personas cercanas que inspiran esas gotículas. El virus también puede transmitirse por las manos contaminadas. Para prevenir la transmisión hay que lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser. En los climas templados las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes más irregulares.

El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad) es de unos 2 días, pero oscila entre 1 y 4 días.

Hoja informativa
  • Hay cuatro tipos de virus de la gripe estacional: A, B, C y D. Los causantes de las epidemias estacionales son los virus gripales de tipo A y B.
    • Los virus de la gripe A se clasifican en subtipos en función de las combinaciones de dos proteínas de su superficie: la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Los subtipos actualmente circulantes en el ser humano son el A(H1N1) y el A(H3N2). El A(H1N1) también se conoce como A(H1N1)pdm09, pues fue el causante de la pandemia de 2009 y posteriormente sustituyó al virus de la gripe estacional A(H1N1) que circulaba hasta entonces. Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A.
    • Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero los circulantes actualmente pueden dividirse en dos linajes B/Yamagata y B/Victoria.
    • Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública.
    • Los virus de tipo D afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
  • La gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La tos puede ser intensa y durar 2 semanas o más. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo (véase más abajo) la gripe puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.
  • La enfermedad puede ser leve, grave o incluso mortal. La hospitalización y la muerte son más frecuentes en grupos de alto riesgo. Se calcula que las epidemias anuales causan 3 a 5 millones de casos graves y 290 000 a 650 000 muertes.
  • En los países industrializados la mayoría de las muertes relacionadas con la gripe se producen en mayores de 65 años (1). Las epidemias pueden causar gran absentismo laboral/escolar y pérdidas de productividad. Las clínicas y hospitales pueden verse desbordados durante los periodos de máxima actividad de la enfermedad.
  • No se conocen bien los efectos de las epidemias estacionales en los países en desarrollo, pero las investigaciones indican que el 99% de las muertes de menores de 5 años con infecciones de las vías respiratorias inferiores relacionadas con la gripe se producen en esos países (2).

 

Respuesta de la OPS

La OPS apoya a los países de la región en la vigilancia, prevención, preparación y control de enfermedades pandémicas y propensas a epidemias a través del desarrollo de estrategias basadas en evidencias para predecir, prevenir, detectar y responder a las amenazas infecciosas. También asegura una vigilancia regional de las funciones relacionadas con estas amenazas.

Grandes líneas de acción:

  • Enfermedades pandémicas y propensas a epidemias: influenza, MERS, fiebres hemorrágicas y hantavirus, fiebre amarilla y arbovirus emergentes, leptospirosis y meningococemia.
  • Redes de expertos e intervenciones de vigilancia y respuesta: epidemiología y modelos, laboratorio, gestión clínica y control y prevención de infecciones.

 

La gripe, una amenaza imprevisible

Debido a la naturaleza del virus y la amenaza que representa, la Organización Mundial de la Salud efectúa una vigilancia mundial de la gripe durante todo el año, para lo cual convoca a miles de científicos del mundo entero. Su intercambio de información científica y material sobre los virus ayuda a determinar los virus que probablemente constituirán la principal amenaza en la próxima estación gripal y permite de este modo decidir dos veces al año la composición de las próximas vacunas. La vacunación es la intervención más eficaz para reducir la mortalidad y la morbilidad de la gripe, las epidemias gripales estacionales y la próxima pandemia imprevisible.

Es indispensable realizar esfuerzos coordinados de todos los profesionales de la salud pública a fin de prepararse para hacer frente a esta amenaza para la salud pública mundial en todas sus dimensiones.

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