Debido a la importancia de tomarse el Papanicolau, se han desarrollado estrictas medidas sanitarias en los diversos centros de salud, con el fin de entregar una total seguridad a las pacientes en la realización del examen.
Ivanna Soto, matrona del Centro de Salud Familiar de Quinta Normal, cuenta que, por ejemplo, en su lugar de trabajo, una vez que ingresan las pacientes se les toma la temperatura, se les proporciona alcohol gel y se les realiza un cuestionario para descartar que no vengan con síntomas respiratorios. “Una vez que ingresan al examen, nuevamente tienen acceso a alcohol gel y se sanitizan sus zapatos. A su vez, el personal de salud que las atiende y le toman la muestra, cuentan con protector facial, mascarillas, pecheras y guantes, para que el procedimiento sea desarrollado de manera segura y evitar la transmisión de Covid-19”, indica.
La matrona agrega que, una vez que las pacientes reciben la atención y se les toma el examen de Papanicolau, el box en que se atendió es sanitizado completo en todas las superficies, además de ventilarse, para que la usuaria que llegue a continuación pueda atenderse de manera segura.
Menos riesgo que ir al supermercado
El llamado entonces es a no postergar el Papanicolau, ya que se han tomado todas las medidas para que las usuarias no corran ningún riesgo. “Las pacientes están más expuestas a contagiarse yendo al supermercado, juntándose con familiares, amigos o salir de compras que ir a tomarse el PAP, dado que se han tomado todos los resguardos de prevención para evitar la transmisión del virus”, aclara.
Es fundamental confiar en las medidas sanitarias y hacerse el Papanicolau para prevenir casos graves de cáncer cervicouterino.