Se debe hacer una distinción entre el carácter biológico y fisiológico del sexo y los roles y las responsabilidades en la sociedad impuestos y adoptados conforme a las creencias acerca del género.
Con vistas al seguimiento y la evaluación de los avances hacia la igualdad de género en la salud es preciso que las estrategias, los programas y los planes de acción se apoyen en indicadores definidos y apropiados. Para ello, la OPS, en su compromiso continuo con la igualdad de género y la reducción de las inequidades relacionadas con él, presenta este marco conceptual e indicadores dirigidos a monitorear la igualdad de género en la salud en la Región de las Américas.
Los indicadores —consensuados con personas expertas de la Región y de fuera de ella— se organizan en cuatro dimensiones y tienen plena congruencia con la Política de Igualdad de Género de la OPS, la Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente, entre otros. Es esencial conocer cómo se agiliza lo conceptual con lo práctico con miras a facilitar el avance de los países hacia el desarrollo y el seguimiento de las desigualdades y las inequidades de género en la salud, de forma que se fomente el conocimiento y la evidencia para la acción.
“Se debe hacer una distinción entre el carácter biológico y fisiológico del sexo y los roles y las responsabilidades en la sociedad impuestos y adoptados conforme a las creencias acerca del género”, afirma el documento. Está dirigido al personal de los ministerios de salud, los mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer y la igualdad de género, las oficinas de planificación, el ámbito académico, el personal de la OPS y otros agentes interesados.
La igualdad de género en la salud significa que mujeres y hombres se encuentran en igualdad de condiciones para ejercer plenamente sus derechos y su potencial para estar sanos porque no existen impedimentos evitables, injustos o injustificados generados por las normas de género y las relaciones de poder.
Figura 6