- Por segundo año consecutivo, el 7 de junio en todo el mundo se desarrollan una serie de actividades para ayudar a prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos y contribuir así a la seguridad alimentaria, la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso a los mercados, el turismo y el desarrollo sostenible.
- Este año la oficina en Colombia de la Organización Panamericana de la Salud se unió a la conmemoración con actividades de formación y pedagogía, que contaron con el apoyo de su centro especializado en Inocuidad de los Alimentos, Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria (PANAFTOSA) .
Bogotá, junio 5 de 2020. Cada año 77 millones de personas en la Región de las Américas enferman, y 9 mil mueren por enfermedades de transmisión alimentaria. Se estima que los alimentos nocivos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas perjudiciales causan más de 200 enfermedades, que incluyen desde la diarrea hasta el cáncer.
Por eso, y con el objetivo de promover la conciencia mundial sobre la importancia de la inocuidad de los alimentos y la responsabilidad de quienes producen, procesan, venden y elaboran alimentos, en 2018 la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas proclamó el 7 de junio como el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos.
Este año Colombia se unió a la conmemoración con actividades de formación y pedagogía que incluyeron un foro virtual sobre la venta de animales en plazas de mercado, a cargo de la doctora Margarita Corrales, especialista en Inocuidad Alimentaria de PANAFTOSA; y la participación de la experta en el programa radial Voces Unidas que se emitirá el próximo 12 de junio en Radio Nacional de Colombia. Además, se desarrolló una campaña en redes sociales con orientaciones para evitar el contagio por COVID-19 y dirigida específicamente a quienes producen, procesan, venden o elaboran alimentos.
Según la Dra Gina Tambini, representante de la OPS/OMS en Colombia, la salud de las personas está vinculada a la sanidad de los animales y al medio ambiente. Los patógenos transmisibles de los animales a los humanos a través del contacto directo o a través de los alimentos, el agua y el medio ambiente tienen un impacto en la salud pública y el bienestar socioeconómico.
“Juntos, gobiernos, expertos, académicos, organizaciones no gubernamentales e internacionales pueden combatir los riesgos en materia de inocuidad alimentaria, como la resistencia a los antimicrobianos y las bacterias patógenas en las frutas y verduras como resultado del contacto con suelo o agua contaminados y con alimentos de origen animal”, aseguró la Dra. Tambini.
Debido a la pandemia por COVID-19, y concretamente por el comercio de animales vivos en Wuhan (China), práctica que puso de relieve la facilidad con la cual las enfermedades zoonóticas pueden emerger de la fauna silvestre, en Colombia se hizo especial énfasis en las recomendaciones de inocuidad para los mercados tradicionales.
Según la Dra. Corrales, las plazas de mercado tienen una función social fundamental ya que son la fuente de abastecimiento de alimentos para millones de personas en el mundo y fuente de ingreso para muchas comunidades, y de ahí la importancia de implementar mayores controles para garantizar una venta segura de alimentos y animales. Estas medidas incluirían buenas prácticas de higiene y conservación de alimentos, suministro de agua potable y servicios básicos; control de plagas y un manejo adecuado de la basura y desperdicios.
“Un buen procesamiento, almacenamiento y conservación ayudan a preservar el valor nutricional y la inocuidad de los alimentos, así como a reducir las pérdidas post-cosecha, lo que impulsa el desarrollo económico y el alivio de la pobreza, especialmente en las zonas rurales. Sin duda, la inocuidad de los alimentos contribuye a la promoción de la salud y a la erradicación del hambre, dos de los objetivos principales de la Agenda 2030”, aseguró la Dra. Corrales.