Buenos Aires, 3 de junio de 2020 (OPS/OMS).- "La pandemia por COVID-19 desnudó los desafíos que enfrentan los países en torno a los recursos humanos para la salud, tanto en lo que refiere a los trabajadores de los servicios sanitarios, como los dedicados a la búsqueda activa y aislamiento de cada caso y al rastreo de cada contacto y su cuarentena, o a los microbiólogos trabajando las 24 horas para asegurar un diagnostico oportuno", afirmó la representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Argentina, Maureen Birmingham, durante un conversatorio virtual sobre Gestión del Trabajo, Salud y Seguridad de los Trabajadores de la Salud.
“Esta pandemia está exponiendo y agudizando las falencias que existen y los desafíos que tenemos adelante en los sistemas de salud. Desnudó la subinversión crónica desde décadas en estas funciones clave. Y ahora estamos pagando en vidas y en nuestras economías por este descuido”, subrayó Birmingham durante el encuentro virtual organizado por la OPS/OMS junto con el Grupo Técnico Colaborador, integrado por la Universidad I-Salud, la Universidad Nacional de Córdoba y la Sociedad Científica de Medicina, Salud y Seguridad en el Trabajo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Durante el conversatorio expusieron el jefe de Unidad de Recursos Humanos para la Salud de la OPS/OMS, Fernando Menezes; el Dr Carlos Rosales, en representación del Grupo Técnico Colaborador; la Dra Inma Mateo, de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP); y el director general de Personal del Ministerio de Salud de Perú, Lizardo Huamán Angulo. Además, se conectaron participantes de Argentina, Chile, Cuba, España, Guatemala, México y Perú.
Los expositores advirtieron que la respuesta a COVID-19 plantea un mayor grado de complejidad para la proyección, gestión y coordinación del componente de los recursos humanos en salud (RHS) dada la variabilidad de respuestas, sean individuales o grupales, regionales o nacionales, de los gobiernos, el sector salud y de las comunidades.
Además, señalaron que durante la preparación para la respuesta a la pandemia en varios países de la Región de las Américas se han evidenciado limitaciones de recursos humanos para la salud y de experticias en los diversos niveles de atención. Adicionalmente, se sumó la reducción del personal de salud activo, debido a enfermedad personal o de familiares, factores de vulnerabilidad como edad o comorbilidades, o por negarse a trabajar en condiciones inadecuadas de seguridad personal o del entorno.
“Es muy oportuno este dialogo dada la coyuntura de COVID-19. Los recursos humanos en salud significan un nudo crítico para avanzar hacia Salud Universal. Sabemos que las crisis muchas veces dan oportunidades para el cambio”, indicó Birmingham, quien recordó que los países de las Américas aprobaron en 2014 la estrategia de Salud Universal y en 2017 un plan de acción para los recursos humanos en salud. Asimismo, en 2019, los países aprobaron un plan de acción para la calidad de atención, impulsando un cambio de paradigma hacia la atención centrada en las personas y sus comunidades.
“Sin duda, esta pandemia confirmó el nexo fuerte entre inversión en salud de la población y las economías, o podemos decir entre vidas y medios de vidas. Ahora es muy claro que invertir para prevenir, para estar preparados para nuevas pandemias, para tener una población sana y resiliente, es una inversión clave, correcta y costo-efectiva”, destacó.