San José, 22 de noviembre de 2024. La Delegación de la Unión Europea en Costa Rica se convirtió en la sede de una exposición de obras de arte elaboradas por la adolescente indígena Mauren Sánchez, para mostrar el impacto del Proyecto Redes de apoyo entre mujeres indígenas adolescentes en Costa Rica (Redes RIMA).
Mauren, perteneciente a la comunidad indígena de Alto Quetzal, es una de las 150 mujeres adolescentes que han participado en esta iniciativa, la cual se ha llevado a cabo en nueve territorios indígenas del país. En sus dibujos, Mauren mostró la evolución que han tenido las mujeres en su comunidad desde el inicio del proyecto hasta la actualidad, un proceso que les ha permitido convertirse en mujeres más empoderadas y solidarias con sus congéneres.
“En un contexto donde nos apoyamos mutuamente, las mujeres cabécares encarnan una fuerza colectiva que inspira a otras. A través de mi arte deseo rendir homenaje a la historia de las mujeres cabécares, reconociendo la fuerza que representa ser mujer en una zona indígena y transmitiendo un mensaje de respeto, admiración y sororidad”, explicó la joven artista.
Las Redes RIMA son una iniciativa pionera a nivel nacional que se desarrolla desde el 2021 con el fin de brindar a las adolescentes indígenas herramientas que les permitan empoderarse más de su salud y bienestar, así como mantener relaciones interpersonales más equitativas. La iniciativa es coordinada por el Ministerio de Salud con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud y diversas instituciones locales.
Alfonso Tenorio, Representante de la OPS/OMS en Costa Rica, resaltó la manera como la comunidad se ha apropiado del proyecto, garantizando su sostenibilidad: “Este proyecto fue una iniciativa que presentamos, pero ellas se adueñaron, lo adaptaron a cada comunidad, lo aterrizaron a su contexto y a sus necesidades y así, el proyecto voló solo, como quisiéramos que ocurriera con todos los proyectos para que sean sostenibles”, mencionó.
Esta afirmación fue secundada por el Embajador de la Unión Europea en Costa Rica, Pierre-Louis Lempereur, quien describió como “un sueño para los cooperantes internacionales” ver la manera como la comunidad se ha adueñado del proyecto.
El embajador, quien conoce en detalle el proyecto pues ha participado en visitas de campo, exaltó las obras de la joven Mauren e indicó que “no hay mejor manera de hablar de este proyecto que con sus obras de arte”.
“El arte es una buena manera de trabajar con otra gente, con otras comunidades y otros países. Quizá no tenemos el mismo idioma, pero con el arte podemos hablarnos unos a otros sin palabras. El arte nos permite inspirarnos y mover a las personas a la acción” afirmó la Embajadora de Canadá en Costa Rica, Ioanna Sahas Martin, y resaltó el abordaje de la salud mental que se ha realizado con el proyecto: “Después de la pandemia y de todas las crisis que hay en el mundo, es muy importante empezar por nuestra salud mental y ver diferentes maneras de comunicarse”, comentó.
El evento convocó a miembros de la delegación europea y organizaciones de diversa índole que realizan proyectos con poblaciones indígenas de Costa Rica, con el fin de realizar un breve conversatorio sobre lecciones aprendidas y recomendaciones para que otros proyectos resulten igual de exitosos.
En representación de la comunidad de Alto Quetzal, participaron la estudiante Mauren Sánchez, así como personal del Liceo Rural Kabebata donde se desarrolla el proyecto: Cindy Salazar y Karen Méndez (ambas facilitadoras del proyecto) y la docente de Estudios Sociales Carolina Jiménez.