- Esta semana se organiza cada dos años desde 2007. En 2021 se celebra su sexta edición desde el 17 al 23 de mayo.
- ‘Calles para la vida’ es el tema central de este año, con el que la ONU hace un llamado sobre el rol las zonas de 30 km/h para salvar vidas en el tráfico, promover la movilidad activa y reducir el impacto del transporte en el medio ambiente.
- Ciudadanos y gobiernos de todo el mundo se dan cita esta semana con el fin de elevar el discurso sobre la importancia de la gestión de la velocidad para reducir el número de fatalidades en el tránsito, un problema de salud publica que anualmente termina con la vida de 1,35 millones de personas.
Bogotá, mayo 18 de 2021 (OPS/OMS).- Limitar la velocidad de un vehículo a 30 km/h en calles en donde las personas y el tráfico se mezclan salva vidas. Esta es la premisa que las Naciones Unidas (ONU) promueven con motivo de la Sexta Semana Mundial para la Seguridad Vial. En el marco de esta celebración global, las autoridades del sector transporte y seguridad vial de Colombia, Bogotá y Cali, así como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aliada de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial; se unen al pedido global por más ‘Calles para la vida’ y hacen un llamado de atención sobre el rol de las calles de velocidades bajas para salvar vidas en el tránsito.
Por medio de un comunicado conjunto, la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco; el Director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Luis Lota; el Secretario de Movilidad de Bogotá, Nicolás Estupiñán; el Secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, y la representante en Colombia de la OPS, Gina Tambini, ratifican el compromiso de las autoridades locales y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para trabajar en la gestión de velocidades seguras, en línea con lo adoptado en la Declaración de Estocolmo en 2020.
A su vez, los representantes de las entidades del sector transporte celebran el inicio del Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030. Este es un nuevo periodo estratégico de la ONU con el que se busca consolidar los avances para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 relacionados con la seguridad vial. Entre estos se incluye la gran meta mundial de reducir a la mitad el número de muertes y lesiones graves por siniestros viales.
Se calcula que anualmente, 1,35 millones de personas pierden la vida en el tránsito, lo que convierte a este problema de salud pública en la octava causa de muerte en el mundo. De acuerdo con cifras oficiales, se estima que, en promedio, 6.830 personas fallecen por esta causa en el país.
“Adoptando los postulados de la Visión Cero y estableciendo Sistemas Seguros, podemos salvar vidas en las vías, uno de nuestros objetivos más importantes. Por eso, trabajamos en el Plan Nacional de Seguridad Vial 2022 – 2031 bajo estas premisas, teniendo como punto de partida que todas las fatalidades por siniestros viales son evitables. Desde el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial llevamos a cabo acciones pedagógicas y de sensibilización centradas en cuidar a todos los actores viales y en generar las condiciones necesarias para salvar más vidas en las vías del país”. Indicó Ángela María Orozco, Ministra de Transporte.
Por su parte, Luis Lota, director de la ANSV, destacó que “Colombia trabaja en la Nueva Década de Acción de la Seguridad Vial fundamentado en los Sistemas Seguros, pensando siempre en que todos los siniestros son evitables y ninguna muerte es aceptable. Por esto, el trabajo en gestión de la velocidad es fundamental, en este nuevo decenio estamos comprometidos con la Seguridad Vial en nuestro nuevo Plan Nacional de Seguridad Vial, un plan que incorporará como uno de sus pilares las `Velocidades seguras’, enfocado en la circulación de vehículos a velocidades adecuadas de acuerdo con las condiciones del entorno en el país, para así poder contribuir en la reducción de la siniestralidad y mortalidad vial en Colombia.”
Para el Secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, gestionar la velocidad a límites adecuados para el contexto urbano, teniendo en cuenta las dinámicas de alta movilidad de actores vulnerables, se hace indispensable para reducir los índices de mortalidad en las ciudades. “La OMS determina que esta es una de las cinco causas principales de mortalidad en vías, puesto que la velocidad incrementa la severidad y consecuencias de un siniestro vial. Por esto, regular los límites es esencial para poder reducir esa severidad y perdonar el error humano a través de un diseño orientado a reducir la velocidad. También es indispensable tener campañas que sensibilicen a nuestra ciudadanía sobre la importancia de conducir a los límites adecuados”, asegura.
El Secretario de Movilidad de Bogotá, Nicolás Estupiñan, también destaca la importancia de lograr un equilibrio entre los límites de velocidad, la función de la vía y su contexto. A su vez resalta algunos de los resultados logrados con la implementación del Programa de Gestión de la Velocidad (PGV) de Bogotá: “En mayo del año pasado adoptamos el límite máximo de velocidad de 50 km/h en las principales vías, logrando una disminución en la siniestralidad del 28% frente al 2019, lo que representa un total 92 vidas salvadas al 31 de diciembre de 2020. Nuestro PGV, a su vez, tiene un importante componente de zonas de 30km/h, con el que buscamos asegurar el cumplimiento de este límite de velocidad con medidas de tráfico calmado. Desde 2020 hemos avanzado, por ejemplo, en la intervención de 500 zonas escolares. La meta de esta administración es alcanzar un total de 5.150 medidas integrales de seguridad vial para mejorar las condiciones de los traslados de nuestras niñas y niños alrededor de 800 colegios”, dijo.
¿Por qué los 30 km/h salvan vidas?
Cuando los peatones o ciclistas se ven involucrados en una colisión a 30 km/h, existe solo un 10% de probabilidad de que esto resulte en la muerte. La OMS recomienda que el límite de velocidad en zonas residenciales y escolares sea de 30 km/h. Estas son vías en las que generalmente hay una alta interacción entre personas y vehículos.
“El exceso de velocidad aumenta la probabilidad de morir o sufrir lesiones incapacitantes en un siniestro de tránsito. Sus dramáticas consecuencias son aún invisibles, siendo una trampa de pobreza para los niños y jóvenes, un costo moral para la sociedad y una carga mayor al sistema de salud, que actualmente trabaja a su máxima capacidad en medio de la pandemia del COVID-19. Las principales víctimas de este fenómeno son los niños y jóvenes. Ellos están llamando a la acción, y la seguridad vial debe ser una prioridad máxima para garantizar que la próxima generación sobreviva y prospere”, dijo la Doctora Gina Tambini, representante de la OPS en Colombia.
La evidencia ha demostrado que las bajas velocidades, gestionadas con una combinación de leyes, regulaciones, diseños, infraestructura, aplicación, nuevas tecnologías y campañas públicas, son vitales para salvar vidas en el tránsito. Las calles de baja velocidad promueven el uso equitativo de la vía y son el corazón de la comunidad: priorizan a las personas sobre los automóviles y fomentan comunidades conectadas. Así mismo, son transitables, habitables y agradables.
Para más información visite:
Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial
Sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial
Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial