Con foco en participación comunitaria en pandemia se desarrolló el quinto diálogo de la Comunidad de Prácticas de APS en Chile

Con foco en participación comunitaria en pandemia se desarrolló el quinto diálogo de la Comunidad de Prácticas de APS en Chile

Chile, 19 de abril 2021 (OPS/OMS).- Experiencias provenientes de las regiones de Coquimbo, Ñuble y Biobío congregó el quinto conversatorio virtual desarrollado por la “Comunidad de Prácticas de Atención Primaria de la Salud (APS)”. Esta vez, los diálogos se centraron en las experiencias de participación comunitaria en tiempos de pandemia.

En la oportunidad, el Representante de OPS/OMS Chile, Dr. Fernando Leanes, destacó la importancia de revalorizar el trabajo de la Atención Primaria de la Salud en esta contingencia sanitaria. “Estamos admirados al ver cómo la APS ha sabido enfrentar esta situación y cómo ha cambiado para bien mucho de la respuesta en Chile”, señaló.

Subrayó, además, los aportes que ha significado en la estrategia de vacunación y recalcó la necesidad de rescatar “un concepto más esencial de Atención Primaria: para todos y por todos. Ustedes son para nosotros las personas que saben de esto y estos diálogos nos sirven muchísimo”.

En tanto, la Dra. Lidia Campodónico, Coordinadora de la Comunidad de Práctica, afirmó que estas jornadas de diálogo e intercambio de experiencias son “un espacio de encuentro, de reflexiones en torno al quehacer de la Atención Primaria, y tenemos un tema tremendamente importante que revisar, que es cómo se vincula la Atención Primaria y la comunidad para abordar esta situación tan compleja de pandemia”.

RECONOCIMIENTO A LOS EQUIPOS DE SALUD

La Dra. Patricia Villaseca fue la encargada de realizar la introducción de estas jornadas, valorando el trabajo de los equipos de APS durante la pandemia. “Un especial reconocimiento a los equipos de salud, que día a día siguen junto a sus comunidades -en distintas tareas- construyendo salud, atendiendo la enfermedad, sosteniendo la angustia de las familias en estos momentos tan difíciles. Queremos agradecer a los equipos, que una vez más, en estos momentos de crisis, han cuidado el vínculo con sus comunidades, han reconocido las necesidades de mantenerse juntos y aprendiendo”, resaltó.

La facultativa agregó la importancia de compartir estas experiencias de trabajo, agradeciendo a los equipos la posibilidad de analizar las prácticas y sus resultados, de “conversar y colocar en agenda el tema de la participación social y comunitaria en momentos de crisis, en que el sistema tiene que reorganizar el cuidado, no sólo la atención de las personas, sino muy especialmente el cuidado y autocuidado”, en esferas domésticas, comunitarias y organizacionales.

TECNOLOGÍA Y RESPUESTA A LA PANDEMIA

El quinto conversatorio se realizó fomentando un diálogo activo entre los participantes, lo que permitió poner en común la importancia de la tecnología como punto central en la respuesta de salud frente a la pandemia.

Pablo Rivera, trabajador del Centro Comunitario de Salud Familiar (CECOSF) de Limarí, ubicado en la comuna de Ovalle, Región de Coquimbo, asistió a su trabajo el día de la declaración de pandemia en Chile y recuerda como una gran contribución la experiencia de reuniones comunitarias a través de la plataforma Zoom, tanto para informar a los dirigentes de organizaciones sociales sobre los servicios y prestaciones que se estaban realizando, como para ayudar a mejorar las coberturas y el acceso oportuno a la atención. “Al principio no conocía a las personas que estaban a cargo de las organizaciones sociales, solamente a través de llamados telefónicos. Fui consultando si había información sobre el uso de Whatsapp, si utilizaban Zoom y cómo era la comunicación en las organizaciones sociales en el centro comunitario”, explicó. A partir de ese momento, se creó un grupo de Whatsapp con el Consejo Consultivo para informar sobre las prestaciones que se realizaban. “Nosotros hacíamos reuniones con los encargados del Consejo Consultivo de Salud y luego bajábamos la información”, explicó. Esta iniciativa generó un nuevo espacio de entrega de información a la comunidad, a través de un proceso de construcción conjunta entre comunidad y equipos de salud, fortaleciendo el vínculo con los equipos de salud. El trabajo se reforzó con la difusión en radios y diarios locales y regionales.

La psicóloga Kharine Alvarado y la trabajadora social Aura Fernández, ambas profesionales del CECOSF San José de la Dehesa, comuna de Ovalle, enfatizaron la necesidad de mantener el vínculo con niños, niñas y adolescentes, brindando espacios de contención, apoyo y expresión emocional en tiempos de pandemia, a través de talleres semanales realizados por vídeo llamadas.

En mayo el Consejo Consultivo de este recinto asistencial cumple once años trabajando con niños, niñas y adolescentes en uno de los sectores con mayor vulnerabilidad social de Ovalle. “Los niños y niñas eran testigos de violencia, tráfico de drogas y un montón de otros factores que les impedían su desarrollo normal y decidimos crear este Consejo Consultivo como una manera de brindar un espacio que fuese diferente al que ellos vivían diariamente”, afirmó Alvarado. Con la pandemia comenzaron a realizar talleres y actividades virtuales. “Llamamos a las mamás y les pedimos la autorización para poder empezar a conectarnos vía Zoom o vídeo llamadas y tuvimos muy buena acogida por parte de los niños y niñas”, complementó Fernández. “No ha sido fácil para el equipo del CECOSF. El acceso a tecnología y conexión muchas veces no existe en todos los hogares, pero con la ayuda de la familia y el trabajo del equipo de salud ha sido posible. El aporte fue poder dar mucha contención y contribuir a que la salud mental esté un poco mejor, mantener a los niños y niñas un poco más alejados de los riesgos y los peligros, aunque es difícil”, expuso.

ASOCIATIVIDAD COMO ELEMENTO CLAVE

Por su parte, Solange Cerda, integrante del equipo de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, comuna de La Serena, Región de Coquimbo, abordó dos experiencias en que la asociatividad ha jugado a favor de los objetivos locales planteados: la Escuela de Formación de Gestores de Promotores de la Salud, en alianza con la Universidad Católica del Norte de Coquimbo, y los conversatorios con líderes sociales. Ambas experiencias, apuntó, han posibilitado fortalecer el vínculo y fomentar habilidades de los líderes y actores comunitarios para la promoción de salud y prevención de enfermedades, a través de clases on-line, revisión de vídeos, entre otros materiales, con el fin de facilitar el aprendizaje.

A su vez, Álvaro Figueroa, desde la comuna de Talcahuano, Región del Biobío, relató que en pandemia ha sido vital la respuesta comunitaria para “organizarse, innovar y tratar de resolver con los propios recursos” los problemas que hoy se viven en el sector. “Han realizado ollas comunes, ferias y roperos populares, entre otras iniciativas”. Sostuvo que en la zona existen cerca de 20 mil personas viviendo en ‘tomas’ o asentamientos precarios, por lo que el traslado al Centro de Salud Familiar (CESFAM) involucraba desafíos. “Nuestra primera preocupación fue cómo acercábamos el trabajo de salud a las personas, pero de una forma que les hiciera más sentido”. Para ello, trabajaron múltiples respuestas, “desde movilizar una nutricionista que les enseñara manipulación de alimentos, o un kinesiólogo para apoyar medidas como el uso correcto de mascarillas”, entre otras. “Muchas veces ellos mismos, ya organizados, pudieron prever situaciones no solamente de contagio, sino de salud mental”, afirmó. Hoy el trabajo se da como equipo “y me refiero a la comunidad con nosotros y viceversa. Entre los dos mejoramos muchas cosas. Creo que vamos por muy buen camino, que hemos podido reconectarnos con la comunidad desde una forma más franca y directa”.

En esa línea, el Dr. Mario Cruz, Gerente de Incidentes COVID-19 de OPS/OMS Chile destacó el trabajo realizado, manifestando que “nos recuerdan que, para la gente, la APS es la puerta de entrada para orientación, para otros apoyos sociales que requieren. El enfoque de la salud y sus determinantes, y el compromiso para la persona en su contexto, y no solamente en sus necesidades particulares de salud, está presente en lo que nos relatas”.

ROL DE LA ACADEMIA

Nora Donoso, Trabajadora Social, especialista en Investigación Participativa, explicó que a luz de las experiencias compartidas un desafío importante es el rol del sector académico, con foco en la participación. En ese marco, el desafío es “aportar a la formación permanente y continua de profesionales de las distintas áreas para aplicar metodologías innovadoras, que hoy son necesarias en contextos de incertidumbre que requieren resignificar la formación de pre y postgrado en estos temas”.

A su juicio, es relevante que este sector avance en construir evidencia a partir de la sistematización de experiencias. El propósito, dijo, es “generar nuevos conocimientos para abordar de manera más integral la salud de las personas, de las comunidades con las cuales trabajamos”.

Otro punto, aseguró, es valorar “la interdisciplina, la multifuncionalidad en el análisis de salud y enfermedad que está en la base de este encuentro, entre el área de las ciencias sociales y las ciencias médicas, por decirlo en términos muy generales. Cómo valorizar esta mirada interdisciplinaria en la generación de conocimiento”.

CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICA PÚBLICA

Donoso concluyó felicitando el compromiso y aportes de cada una de las experiencias presentadas y recalcó que en estos encuentros hay “un llamado de atención sobre cómo ir construyendo una política pública ‘desde abajo y no desde arriba’, valorando el aporte que las propias comunidades pueden hacer a una mayor pertinencia en la construcción de políticas públicas en salud”.

Agregó que estas iniciativas “nos invitan a una búsqueda de sentido sobre lo que hacemos desde los equipos técnicos, pero también desde lo que la comunidad hace en función de su experiencia en la construcción de sus propios saberes”.

Asimismo, planteó la necesidad de cuidar estos procesos participativos, “que son un factor protector de la salud”. Añadió que “cuando no hay vínculo, no hay confianza; cuando no hay confianza, no es posible creer en la perspectiva del otro. En ese sentido, creo que uno de los aspectos más relevantes de estas experiencias es que se sustentan en principios y valores que son parte de la dimensión ética del trabajo comunitario, que tiene que ver con la solidaridad, la horizontalidad, la democratización de los procesos y las relaciones entre actores diversos, de distintos puntos de vistas, para comprender la realidad particular y los procesos de esta dura enfermedad”.

Donoso hizo un especial reconocimiento al trabajo con niños, niñas y adolescentes, “lo que nos habla sobre cómo romper estas lógicas adulto-céntricas que están muy presentes en las acciones de salud y cómo los adultos hemos intentado interpretar lo que esperan de la salud. El trabajo de los Consejos Consultivos nos ha ido enseñando cómo podemos generar políticas más pertinentes con los distintos grupos etarios, pero también con las comunidades, con mirada de carácter intercultural que es fundamental en este momento”.