El suicidio es uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel mundial. Cada 40 segundos, una persona se quita la vida, lo que suma más de 703.000 muertes al año. Esta dolorosa realidad no afecta solo a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto devastador en las familias y sus entornos cercanos, quienes deben enfrentar el duelo y la pérdida. En la Región de las Américas, las cifras son preocupantes: entre 2015 y 2019 se registraron un promedio de 98.000 suicidios al año, siendo la única región en la que las tasas han ido en aumento durante ese periodo.
El pasado 10 de setiembre, en ocasión del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, OPS Uruguay lanzó “el banner que no se puede omitir”, una acción para concientizar sobre la importancia de convertir la salud mental en una conversación cotidiana libre de estigmas."
Dos de los principales medios de comunicación del país amanecieron con un disruptivo banner en sus plataformas digitales. En el centro de todas las noticias, los usuarios se encontraron con este mensaje: "Cada semana en Uruguay fallecen alrededor de 16 personas por suicidio."
Al interactuar con el banner, los lectores tenían dos opciones: "Conocer más" o "Omitir". Si decidían omitir el mensaje, un nuevo banner aparecía de inmediato: "Un promedio de 2 personas por día." Nuevamente, las mismas opciones se presentaban, y si la elección era nuevamente omitir, un tercer y último mensaje decía: "Omitirlo no es la solución. Hablarlo sí."
Esta acción era parte de una campaña de prevención del suicidio, un problema que en Uruguay ha alcanzado cifras alarmantes. Las estadísticas recientes indican que el país tiene una de las tasas de suicidio más altas de América Latina, con un promedio de 16 muertes semanales. A pesar de estos datos, el suicidio sigue siendo un tema rodeado de silencio, tabúes y estigmas que impiden que la sociedad lo aborde abiertamente.
Un llamado a la reflexión
El propósito de esta campaña es claro: romper el silencio. Este sencillo pero impactante llamado a la acción subraya la importancia de abrir el diálogo sobre el suicidio, una problemática que no puede ser ignorada si se busca prevenirla eficazmente.
Los datos recabados de la activación son reveladores. Un video posterior, que presentó un análisis de las interacciones con los banners, mostró que el 98,2% de los usuarios alcanzados intentaron omitir el mensaje, en lugar de hacer clic en "Conocer más". Esta cifra evidencia la resistencia general a enfrentar el tema del suicidio, confirmando que aún persiste una fuerte barrera cultural para hablar de ello.
La importancia de hablar del suicidio
El hecho de que la mayoría de las personas prefirieran evitar el mensaje y no indagar más sobre la prevención del suicidio refleja una tendencia preocupante: el tema sigue siendo un tabú. Sin embargo, este silencio tiene consecuencias graves. No hablar del suicidio, ni abordarlo de manera adecuada en espacios públicos y privados, puede impedir que personas en riesgo reciban la ayuda que necesitan.
Diversos estudios respaldan que el diálogo abierto sobre el suicidio puede tener un impacto positivo en la prevención. Hablar del tema de manera cuidadosa y responsable no aumenta el riesgo de suicidio; por el contrario, puede ser una forma efectiva de salvar vidas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que uno de los pasos clave para reducir las tasas de suicidio a nivel global es precisamente fomentar que las personas hablen sobre ello, tanto en los medios de comunicación como en los círculos cercanos de amigos y familiares.
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