Ginebra/ Nueva York, 15 de marzo de 2010.— El 87% de la población mundial, es decir unos 5900 millones de personas, dispone ya de fuentes de abastecimiento de agua potable, lo que significa que el mundo está en vías de alcanzar, e incluso de superar, la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relativa al agua potable. Este es uno de los datos del nuevo informe del Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y el Saneamiento "Progress on Sanitation and Drinking Water —2010 Update Report" (Progresos en materia de saneamiento y agua potable —Informe de actualización 2010).
Por el contrario, casi el 39% de la población mundial, o sea más de 2600 millones de personas, carece de servicios de saneamiento mejorados. En el informe también se señala que aún queda mucho por hacer para acercarse a la meta de los ODM relacionada con el saneamiento. Si se mantiene la tónica actual, la comunidad internacional no logrará alcanzar ese objetivo antes de 2015, ya que casi mil millones de personas quedarán excluidas de esas mejoras.
La buena noticia es que la defecación al aire libre — la práctica de saneamiento que entraña mayores riesgos en absoluto — está disminuyendo en todo el mundo: ha bajado del 25% en 1990 al 17% en 2008, lo que significa que en ese periodo 168 millones de personas dejaron de recurrir a esa práctica. Sin embargo, se trata de un hábito aún muy extendido en el Asia meridional, donde se calcula que el 44% de la población defeca al aire libre.
En el informe del Programa Conjunto de Monitoreo se presenta la situación y las tendencias actuales en 209 países o territorios, así como los avances en el logro de la meta de los ODM relativa al agua potable y el saneamiento, junto con una evaluación de lo que esas tendencias ponen de manifiesto.
"Todos nosotros reconocemos la importancia vital del agua y el saneamiento para la salud y el bienestar humanos, al igual que su papel como motor del desarrollo. Ahora la cuestión estriba en cómo acelerar los avances hacia el logro de las metas enunciadas en los ODM y, sobre todo, en cómo dar un paso más para hacer realidad finalmente la visión del acceso universal", afirmó María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.
El informe ofrece el panorama más claro delineado hasta la fecha sobre la utilización de las fuentes de abastecimiento de agua potable y los servicios de saneamiento mejorados en todo el mundo, y está pensado para que las instancias normativas, los donantes y los organismos gubernamentales y no gubernamentales lo utilicen a la hora de decidir qué debe hacerse y en qué esferas concentrar sus esfuerzos con el fin de alcanzar esos objetivos.
"No sólo tenemos que concentrarnos en alcanzar las metas de los ODM relacionadas con el agua y el saneamiento, sino que también hay que hacerlo con equidad, garantizando que los grupos más vulnerables y a los que es más difícil llegar compartan los éxitos logrados en otros lugares", sostuvo Tessa Wardlaw, oficial jefe de Estadística y Seguimiento del Unicef.
Pese a que la población mundial está dividida casi equitativamente entre habitantes de zonas urbanas y habitantes de zonas rurales, la gran mayoría de quienes carecen de agua y servicios de saneamiento vive en estas últimas: en concreto, siete de cada diez personas sin servicios básicos de saneamiento y más de ocho de cada diez de los que no tienen acceso a fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable viven en las zonas rurales.
Una disparidad análoga se produce entre la población pobre y el resto de la población. Si se comparan el 20% más rico y el 20% más pobre de la población del África subsahariana, se constata que el 20% más rico tiene el doble de probabilidades de utilizar una fuente de abastecimiento de agua potable mejorada y casi cinco veces más probabilidades de disponer de servicios de saneamiento mejorados. Aunque actualmente no hay datos suficientes, la información sobre los países disponible confirma que existen disparidades semejantes en otros lugares.
"Dado que sólo quedan cinco años para llegar a 2015, hay que dar un gran impulso a los esfuerzos y a las inversiones en la esfera del saneamiento con el fin de que, cuando llevemos a cabo nuestra evaluación final del ODM, hayamos conseguido un impacto efectivo", manifestó Robert Bos, Coordinador Agua, Saneamiento, Higiene y Salud de la OMS.
Se calcula que el agua no potable y los hábitos de saneamiento e higiene insalubres se cobran cada año la vida de 1,5 millones de niños menores de cinco años. La falta de acceso a agua, saneamiento e higiene incide negativamente en la salud, la seguridad, los medios de subsistencia y la calidad de vida de los niños y sus efectos se ceban sobre todo en las mujeres y las niñas, ya que es mucho más probable que sean ellas, y no los hombres o niños, quienes tengan que cargar con el peso de ir en busca de agua potable.
"Dado que casi 884 millones de personas viven sin tener acceso a agua potable y aproximadamente el triple carece de servicios de saneamiento básicos, debemos intervenir inmediatamente, en cuanto comunidad mundial, para garantizar agua y saneamiento para todos", afirmó Clarissa Brocklehurst, Jefa de la Sección de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) de Unicef.