San José, 15 de febrero de 2024 (OPS/OMS). Autoridades y equipos técnicos del Ministerio de Salud, CCSS, Inciensa y OPS/OMS se reunieron esta semana para revisar paso a paso la respuesta del país al caso sospechoso (ya descartado) de Influenza (H3) variante.
Aunque ya está confirmado que se trata de un virus A (H3N2) humano estacional y, con ello, se levantó la alerta, es importante hacer este tipo de ejercicios para determinar si las acciones se realizaron a tiempo y de forma oportuna, así como para identificar lecciones aprendidas que permitan mejorar el proceso de vigilancia de la interacción humano-animal, con el fin de detectar a tiempo virus respiratorios inusuales que puedan derivar en emergencias de salud pública.
Tal como está establecido en el Reglamento Sanitario Internacional, todas las infecciones humanas que se sospeche que sean causadas por un nuevo tipo de influenza deben ser notificadas al Centro Nacional de Enlace, por lo cual, ya existe un proceso estandarizado que debe cumplirse cuando se presenten eventos de este tipo.
En esta oportunidad, se destacó el trabajo de los equipos locales, regionales y nacionales del Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Costarricense en Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud, por su respuesta oportuna y la exactitud de las investigaciones realizadas; sobre esto último, es importante resaltar que los resultados de la secuenciación genómica del virus realizada por el CDC en Atlanta coincidieron con los obtenidos inicialmente por el Inciensa.
El proceso de localización e investigación de contactos también fue destacado como exitoso a pesar de su nivel de complejidad, pues requirió de coordinación con aerolíneas internacionales y sitios de hospedaje fuera del país, así como con los contactos nacionales.
El apoyo brindado por la OPS/OMS al país durante toda la investigación del caso y el proceso de análisis posterior, es parte de la cooperación técnica que la organización brinda regularmente a todos los estados miembros para la vigilancia de enfermedades producidas por virus con potencial pandémico, en miras al cumplimiento de las capacidades básicas que conforman el Reglamento Sanitario Internacional.