Washington, D.C., 12 de agosto del 2010 (OPS).- Luego de la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del paso a una etapa post pandémica de la gripe H1N1, la directora de la oficina regional para las Américas de esa agencia, Mirta Roses, instó a los países a continuar con la vigilancia de la influenza, con los informes de cambios en el comportamiento de los virus, con la vacunación y con la atención apropiada.
"Los virus de gripe son altamente impredecibles. Necesitamos mantener la vigilancia y los informes para cerciorarnos de no tener sorpresas debido a algún cambio", afirmó Roses en consonancia con lo declarado por Margaret Chan y dirigiéndose, en especial, a los Estados Miembros de la OPS/OMS en América Latina y el Caribe.
En el transcurso de los últimos 16 meses, el virus pandémico H1N1 2009 llegó a todas las regiones de la OMS y afectó a casi todos los países del mundo. La cifra oficial de las víctimas del virus registra alrededor de 18 500 muertes. Sin embargo, estos datos se basan solamente en los casos confirmados en laboratorio.
El doctor Keiji Fukuda, el principal experto en gripes de la OMS, dijo que esta es una cifra "mínima" y que se podría tardar años en calcular el número de víctimas con mayor precisión en base a los métodos tradicionales para estimar las muertes por gripe.
En la Región de las Américas, los laboratorios informaron a la OPS que el número de muertes confirmadas hasta los primeros días de agosto a causa del virus H1N1 llegó a 8.500. En América Latina y el Caribe, los brotes alcanzaron su punto máximo entre abril y agosto del 2009 y en varios países superaron las capacidades de los sistemas nacionales de salud para manejar el gran número de casos. Entre los países más afectados se encuentran México y los países del Cono Sur.
Roses hizo referencia a que el virus H1N1 todavía circula en América Latina y el Caribe pero a niveles más bajos, junto con otros virus de gripe y que aún pueden presentarse brotes que afecten significativamente a las comunidades locales.
Es más, el virus H1N1 podría cambiar —por medio de la deriva antigénica— y hacer que la inmunidad actual de las personas brinde menos protección. Además, los países menos afectados durante la pandemia, en el futuro podrían experimentar casos más graves de la enfermedad en comparación con las causadas por el virus H1N1.
Debido a esto, la OPS insta a las autoridades de sus Estados Miembros de América Latina y el Caribe a:
- Mantener la vigilancia del virus de la gripe, de las enfermedades con síntomas gripales y de las enfermedades respiratorias agudas graves y a vigilar e investigar los acontecimientos inusuales, como brotes de enfermedades respiratorias graves o defunciones.
- Informar a la OPS/OMS si ocurren cambios tales como el contagio constante del virus H1N1 resistente a los antivíricos, casos de infección en humanos de cualquier virus de gripe desconocido circulante en poblaciones humanas, o cambios significativos en las características epidemiológicas o genéticas del virus H1N1 o de otros virus de gripe.
- Seguir con la vacunación contra el virus H1N1, utilizando la vacuna monovalente (de un virus único) contra el virus H1N1, o la vacuna trivalente estacional (que ahora contiene H1N1), cuando se encuentre disponible. Esto es muy importante, especialmente para los grupos de alto riesgo, incluidas las embarazadas.
- Continuar ofreciendo la atención apropiada a las personas que presuntamente tienen la gripe, incluido el tratamiento con medicinas antivíricas para las personas de grupos de alto riesgo o con enfermedades graves.
La directora de la OPS/OMS también mencionó que los Estados Miembros de la Organización deberían evaluar sus planes nacionales de preparación para pandemias y aplicar mejoras sobre la base en la experiencia adquirida durante la pandemia del H1N1 2009.
"Creemos que el trabajo realizado con los Estados Miembros en preparación para la pandemia fue una inversión importante en cuanto a desarrollar la capacidad de vigilar e informar y en cuanto a fortalecer los sistemas de salud en general. Pero aún hay mucho trabajo por hacer en estas áreas para cerciorarnos de que nuestros países estén mejor preparados para la siguiente emergencia sanitaria, cualquiera que esta fuere", evaluó.
La OPS se estableció en el año 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja junto con todos los países de la Región de las Américas para mejorar la calidad de vida de los pueblos de la Región y funciona como Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).