Washington, DC, 10 de diciembre de 2009 (OPS).- Los países del mundo y en particular los de la Región de América, hicieron frente a la denominada "primera ola", de la pandemia de Influenza A (H1N1), con medidas altamente efectivas no farmacológicas como la educación, higiene personal y acciones de distanciamiento social, y también con medidas farmacológicas, como el tratamiento antiviral oportuno.
A estas acciones se suma ahora la vacuna contra la gripe H1N1 desarrollada en tiempo excepcionalmente corto por iniciativa y liderazgo de la OMS en coordinación con los laboratorios productores.
Inicialmente se estimo que la producción anual de vacunas sería de alrededor de 5.000 millones de dosis a través de 26 laboratorios productores.
La información más reciente de la OMS, estima que la producción anual se reducirá por razones del proceso de producción a 3.000 millones de dosis, que representa casi la totalidad de los compromisos anticipados de venta de los países desarrollados.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha estado apoyando a los países de la Región en la preparación para el uso de esta vacuna y siguiendo las instrucciones de sus Estados Miembros ha coordinado las acciones para garantizar el acceso más amplio y equitativo.
Los países de las Américas pueden acceder a esta vacuna a través de diversos mecanismos:
a) por compra directa a los laboratorios productores por los países (Brasil, Canadá, Estados Unidos y México, entre otros);
b) por la OMS de las donaciones recibidas a nivel global, correspondiéndoles 7,5 millones de dosis para 10 países: Bolivia, Cuba, El Salvador Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Suriname;
c) por compra a través del Fondo Rotatorios de la OPS; o
d) por una combinación de estos mecanismos de adquisición de vacunas.
La mayor parte de los países de la Región activaron el mecanismo del Fondo Rotatorio de la OPS para la compra de vacunas, con el fin de garantizar acceso, calidad, oportunidad de las vacunas con un precio único y menor.
Basada en la programación de necesidades de los países, la licitación pública se concreto en septiembre del 2009, con una oferta de 93 millones de dosis de vacuna contra la Influenza A (H1N1) inactivadas con y sin adyuvantes, efectuadas por tres productores. Los problemas de producción ya mencionados han demorado las fechas de entrega que ahora se estiman comenzar a finales de diciembre del 2009 y continuar hasta junio del 2010 habiéndose programado su distribución según los ciclos estacionales de comportamiento de la influenza en el hemisferio norte y sur.
Este número de dosis es suficiente para satisfacer los requerimientos planteados por los Estados Miembros y proteger a los grupos prioritarios según recomendaciones del Grupo Estratégico Asesor en Vacunas (SAGE por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud y el Grupo Técnico Asesor sobre enfermedades prevenibles por vacunación de la OPS.
Esta vacuna, que sigue los criterios aceptados de seguridad y eficacia, es un elemento más de la respuesta integral a esta pandemia. Los Ministerios de Salud de la Región ya han identificado los grupos prioritarios para recibir esta vacuna, las estrategias de vacunación, los mecanismos para la detección y estudio oportunos de los eventos supuestamente asociados a la vacunas (ESAVIS), el papel de las autoridades regulatorias, las actividades de comunicación social y los mecanismos de monitoreo y evaluación del impacto acerca del uso de esta vacuna.
La OPS continuará brindando información pública sobre la disponibilidad en cantidad, calidad y fechas de entrega de esta vacuna en estrecha colaboración con los productores, los Ministerios de Salud de la Región y la Organización Mundial de la Salud.
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