Paquita Medina, Ecuador
Durán, Ecuador, septiembre de 2017 (OPS/OMS) - Paquita Medina vende tortillas para vivir. Pero no cualquier tipo de tortillas. Las de Paquita son tortillas más saludables, porque las prepara sin grasa para cuidar la salud de sus compradores y prevenir enfermedades en su comunidad.
Paquita es una de los más de 35 vendedores ambulantes que dejaron de ofrecer alimentos ultraprocesados, como snacks y gaseosas, fuera de nueve escuelas de El Recreo I y II, del cantón Durán, una zona vulnerable ubicada frente a Guayaquil, en Ecuador. Ahora, en cambio, venden jugos naturales, frutas y tortillas preparadas sin aceite saturado.
“Antes vendía bolones de chicharrón, tortillas fritas en aceite, jugos en botellita, pero ya no más”, afirma Paquita, y agrega que, con este cambio “se beneficia toda la comunidad, porque por aquí pasan todos”, y señala la calle Principal donde está parada, frente al Colegio Provincia De Imbabura, y al centro de Salud Recreo II.
La oferta y preparación de sus productos ha cambiado desde que ella y sus colegas fueron capacitados por el Ministerio de Salud Pública de Ecuador, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Ministerio de Educación y el Gobierno Autónomo Descentralizado de Durán, en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la Atención Primaria de Salud”, financiado por la Agencia Internacional de Cooperación Coreana (KOICA).
Pero la iniciativa ha tenido un mayor alcance tras la creación de la Asociación de Comerciantes de Alimentos Promotores de la Vida (ASOPROVI), la que integran Paquita y otros 12 vendedores, y que espera seguir sumando miembros para contribuir a mejorar la salud de los habitantes de El Recreo.
De la mano de los vendedores, los alumnos que concurren a nueve escuelas de los barrios de la zona, así como los padres, docentes, profesionales de la salud y trabajadores que pasan día a día por sus puestos, pueden optar por alimentos más saludables, algo que ayudará a prevenir el sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo para padecer enfermedades no transmisibles.
Paquita vende en la calle desde hace más de diez años. Mientras ella ofrece sus tortillas, su colega Elena Daquilema, prepara un jugo batido natural para un cliente. “Nos complementamos, no ofrecemos lo mismo, y así vendemos las dos”, dice. Además, asegura que las ventas no se vieron afectadas por los cambios y que “los jugos naturales salen más”.
Para identificar a los vendedores, los líderes del proyecto llevaron a cabo un censo alrededor de las escuelas. Luego realizaron una serie de reuniones y talleres de capacitación donde se abordó el manejo de alimentos, la alimentación saludable, la nutrición y la diabetes, entre otros temas. “Así aprendimos que teníamos que hacer las cosas de otra manera para cuidar la salud”, señala Paquita.
El grupo de vendedores abrazaron la iniciativa y crearon su propio slogan: “Comerciantes de alimentos saludables, promotores de la vida”. Una frase que demuestra que cada actor social tiene un rol que jugar para proteger y promover la salud de su comunidad.
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