Agosto-2019
El latido de un pequeño corazón es lo único que llena la sala, mientras, la doctora Rosa Elena Murillo, revisa a la mujer que está a punto de dar a luz en el área de ginecología y obstetricia, del Hospital Manuel de Jesús Subirana, en el municipio de Yoro, al centro-norte de Honduras.
Con un gesto de aprobación, la doctora Murillo, responsable de la sala, le dice a la madre que todo marcha bien y se retira para conceder la entrevista.
Camina hasta un lugar seguro y poco a poco se quita la mascarilla, la bata y los guantes. Lo primero que nos dice es que las cosas van cambiando poco a poco.
Yo hice aquí mi servicio social de médico general en 1998 y desde entonces estamos luchando por dar un mejor servicio; recuerdo que el control prenatal era un espacio pequeño pero con la ayuda de la comunidad, empresa privada y personal, se logró crear una clínica de planificación familiar y lactancia exclusiva, que hoy se conoce como clínica de integración a la mujer”.
La doctora se sienta, y en forma reflexiva expresó “pasaron siete años para regresar en el 2010 como especialista; las primeras acciones fue mejorar el equipamiento de la sala de labor y parto, además de generar un proceso de capacitación para el personal de enfermería, para brindar un servicio de calidad y calidez a las mujeres embarazadas”, recalcó.
La médica resalta que hace dos años lograron aumentar el personal médico y de enfermería, y con la ayuda de la dirección, la administración y los patronatos, acondicionaron un espacio para que funcionara como sala de procedimientos y proporcionar privacidad a las mujeres. Hoy se está brindando servicios de ultrasonidos y de aspiraciones uterinas.
Pero la aplicación de la herramienta de Valoración de Condiciones Esénciales Maternas (VCE), elaborada por la OMS/OPS, les mostró la urgencia de una sala de labor y parto ya que el espacio actual ha colapsado.
“Nuestro sueño es una nueva área de maternidad completa”, destaca la galena. Y esta utopía ha sido expresada no solo por el análisis del personal, sino también por las demandas de las pacientes.
Llaman a la puerta, es la enfermera que le informa que todo está listo para entrar a labor y parto.
Al despedirse y para finalizar dice; “el reto ahora es hacer realidad los planes de mejora y eso pasa por ser buenos gestores y también por la ayuda que puedan brindarnos localmente la empresa privada y la comunidad, y también por el apoyo de organismos internacionales como OPS.