Impacto de la reforma del sistema de salud en la regulación de la práctica medica y los profesionales de atención primaria. Estudio comparativo en seis jurisdicciones argentinas.

En los ’90, la reforma del Estado en Argentina implicó entre otras cosas la profundización del proceso de descentralización, iniciado a mediados de los años ‘70. En salud la descentralización significó la transferencia de su estructura prestacional y de financiamiento hacia las Provincias y Municipios, perdiendo el Estado Nacional su capacidad normativa, regulatoria y de orientación en cuanto a políticas nacionales de salud. Este proceso de reforma fue alentado y sustentado por organismos multilaterales de crédito. Muchas de ellas, fueron impulsadas por el Estado Nacional y quedaron a mitad de camino, tales como: a) la desregulación de obras sociales y la libre elección por parte del beneficiario con el objeto de mejorar la eficiencia y reducir la corrupción estructural, que sólo alcanzó al sector de las Obras Sociales Nacionales, b) el desarrollo de Hospitales Públicos de Autogestión con el propósito de descentralizar su gestión y parte de su financiamiento, articulándolo con los demás subsectores, que no se pudo lograr, excepto en casos muy puntuales y c) el diseño del PMO, que se constituyó como un paquete de servicios casi ideal, muy lejos de lo que la Seguridad Social puede realmente financiar, particularmente con una economía en crisis y un profundo debilitamiento de las estructuras del Estado para garantizar y fiscalizar su cumplimiento. Otras reformas, que intentaron fortalecer el desarrollo de la Atención Primaria, como el Plan Nacional de Médicos de Cabecera y el PROAPS, también fueron discontinuadas o reformuladas a razón de la explosión de la crisis de fines del 2001 y 2002. Todos estos cambios también afectaron profundamente el sector asegurador y prestacional privado, tanto a los médicos como a los hospitales, clínicas y sanatorios.

Autor: Adolfo Rubinstein, Nanci Giraudo