Desde hace demasiado tiempo, la impunidad, el silencio y el estigma han permitido que la violencia contra las mujeres aumente hasta alcanzar proporciones de pandemia: una de cada tres mujeres en todo el mundo sufre violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, la mayoría por parte de una pareja íntima.
La violencia contra la mujer conlleva graves consecuencias para su salud y bienestar. La consecuencia más grave es la muerte: en todo el mundo, aproximadamente el 38% de todos los asesinatos de mujeres son cometidos por parejas íntimas. La violencia se asocia con una gama de problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo para las víctimas de violencia sexual y de pareja. La violencia contra las mujeres también afecta a sus hijos y puede generar altos costos sociales y económicos para estas mujeres, sus familias y las sociedades.
Si bien la prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres requiere un enfoque multisectorial, el sector de la salud tiene un papel importante que desempeñar. El Día Internacional y los 16 días de Activismo son una oportunidad para crear conciencia sobre las consecuencias en salud y sociales de la violencia contra las mujeres y para fortalecer nuestro compromiso con la acción colectiva. Solo juntos podemos eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas.