El mercadeo social se ha utilizado en otros contextos regionales para reducir el consumo de sodio: en 2015, la Coalición Caribe Saludable integró este abordaje a su estrategia ampliada para la reducción de sal. Como resultado, los equipos de cuatro países latinoamericanos (Brasil, Costa Rica, Paraguay y Perú) identificaron el mercadeo social como una de las estrategias para combatir el consumo excesivo de sodio. El Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo financió, como parte del proyecto "Escalando y evaluando las políticas y programas de reducción de sal en América Latina", un componente de mercadeo social que fue facilitado por el Centro de Colaboración de la OMS sobre mercadeo y cambio sociales para enfermedades no transmisibles de la Universidad de Florida del Sur (USF). El Centro de Cooperación de la OMS diseñó e implementó una serie de actividades de capacitación y asistencia técnica para ayudar a los equipos de investigación de los cuatro países a desarrollar un plan estratégico de mercadeo social para abordar el consumo excesivo de sal en su entorno local.
Este informe traduce las ideas de investigación formativa identificadas por los equipos de cada país en una serie de conceptos creativos y estrategias de comunicación que procuran disminuir la demanda de sal y los ingredientes con alto contenido de sodio utilizados en la preparación y consumo de alimentos en el hogar. La propuesta resultante de las estrategias de mezcla de mercadeo se centra en el papel de la tradición en la preparación de alimentos y la posibilidad de desarrollar nuevas recetas familiares que sean más bajas en contenido de sodio, pero que se sigan basando en las prácticas locales tradicionales de cocina; en reducir el "sacrificio" entre la preparación de alimentos bajos en sodio y el sabor con la incorporación de otros condimentos naturales como especias y hierbas; en la relación que existe entre la preparación de alimentos más saludables y el cuidado y amor de otros familiares; así como, en aumentar el conocimiento sobre qué alimentos de uso diario son sorprendentemente altos en sal. Además, este informe describe posibles canales de comunicación, indicadores para el seguimiento y la evaluación, así como actividades específicas y un plan de trabajo para adaptar e implementar la estrategia a nivel de la comunidad local.
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