Contar con un suministro de alimentos inocuos es fundamental para garantizar la salud y la productividad humanas, el bienestar económico nacional y la reducción de la pobreza. Millones de personas son anualmente afectadas por enfermedades de transmisión alimentaria, algunas de las cuales pueden ser fatales y dejar secuelas graves. Cada año, 1,8 millones de personas mueren en el mundo por enfermedades diarreicas transmitidas por los alimentos y el agua. Las enfermedades de transmisión alimentaria son resultado de la ingesta de alimentos contaminados e incluyen un amplio grupo de enfermedades causadas por agentes patógenos, químicos y parasitarios que contaminan los alimentos en varios puntos de la cadena de producción, distribución y preparación. El creciente comercio internacional, las migraciones y los viajes encierran el potencial de aumentar la difusión de agentes patógenos y de contaminantes peligrosos en los alimentos. En el mundo interconectado e interdependiente de hoy, los brotes locales de enfermedades transmitidas por los alimentos pueden transformarse en una amenaza potencial para todo el planeta.
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