El Haemophilus influenzae es un cocobacilo Gram-negativo pleomórfico. Posee o no un polisacárido específico, que permite clasificarlos en 6 serotipos antigénicos encapsulados designados con letras, desde la “a” hasta la “f”. Las cepas encapsuladas y no encapsuladas son potencialmente patógenas para el humano, pero difieren en su virulencia y mecanismos patogénicos. El Haemophilus influenzae serotipo b (Hib) es el patógeno más virulento, seguido del serotipo a (Hia) que afecta principalmente niños menores de 2 años.
- En el año 2000, antes de la amplia introducción de la vacuna en países de bajo y medio ingreso, el Hib era responsable por lo menos 8,13 millones de enfermedad grave (rango de incertidumbre 7,33–13,2 millones) en niños de 1-59 meses de edad y 371 mil muertes (RI 247– 527 mil) globalmente.
- En el año 2015, se estima haber ocurrido globalmente 934 mil casos (RI 852 mil–1.53 millón) de neumonía por Hib en niños de 1-59 meses de edad y 31,40 mil casos (RI 13,4–50,8 mil) de meningitis, resultando en 22,6 mil (RI 15,9–29,7mil) y 7,3 mil (RI 2,7–11,3 mil) muertes respectivamente. De esos, 5,3 mil casos (RI 4,9–8,7mil) de neumonía por Hib, con letalidad de 2%, y 200 casos (RI 100-300) de meningitis, con letalidad de 30%, ocurrieron en la Región de las Américas.
- Se observa un descenso de cerca de 90% de las enfermedades y muertes por el Hib tras la introducción de las vacunas conjugadas.
- La colonización nasofaríngea por Hib también ha disminuido de manera considerable en las poblaciones con una amplia cobertura de inmunización contra la bacteria, lo cual se debe en parte, a la inmunidad de rebano que confiere el uso de vacunas conjugadas contra el Hib.
El riesgo de infección por el Hi es mayor en los niños de 2 meses a 3 años, aunque declina después de los 2 años. En los países en desarrollo, la mayor incidencia corresponde a los menores de 6 meses; en países desarrollados este pico se observa entre los 6 y los 12 meses de edad. Además de la edad, como ocurre para todos los microorganismos de transmisión respiratoria, algunas condiciones aumentan el riesgo de contraer el Hi: factores ambientales como ambientes sin ventilación, el hacinamiento, la exposición al humo del tabaco, la polución del aire y las infecciones concurrentes de las vías respiratorias superiores. Las personas portadoras de algunas enfermedades crónicas tienen mayor riesgo de infecciones por esta bacteria.
La transmisión del Hi meningococo es por contacto directo (persona a persona), o bien por contacto con las secreciones nasofaríngeas (gotitas) de la persona infectada.
Se estima que de 4% a 35% de los adultos sanos no inmunizados pueden ser portadores del Hi en la nasofaringe (colonización nasofaríngea). El porcentaje de portadores es más alto entre los preescolares. El Hi puede permanecer en la nasofaringe durante meses.
La distribución del Hi es mundial y, en general, no presenta estacionalidad bien definida. Sin embargo, estudios realizados en la era prevacunal han descrito en países de clima templado una estacionalidad con picos de incidencia durante los meses de otoño y primavera.