Washington, DC, 26 de mayo de 2011 (OPS/OMS).- Más de 150 millones de personas en América latina son afrodescendientes. Sin embargo, sus condiciones de vida no son iguales a aquellos de raza blanca. Con el fin de evaluar las condiciones de estas poblaciones y achicar la brecha de las desigualdades, tendrá lugar del 18 al 21 de agosto la Primera Cumbre de Afrodescendientes, en La Ceiba, Honduras.
Convocada por la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (ODECO), de Honduras, la cumbre se enmarca en las celebraciones por el Año Internacional de los Afrodescendientes, declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El encuentro busca realizar un análisis crítico, evaluar las condiciones de las poblaciones afrodescendientes, los logros alcanzados en el marco de la implementación de los tratados internacionales, y llevar adelante un análisis de la situación del movimiento social afrodescendiente diez años después del desarrollo de la III Conferencia Mundial Contra el Racismo, realizada en Durban, Sudáfrica, en 2001. Allí, los gobiernos firmantes de la Declaración y Plan de Acción asumieron compromisos para contribuir a mejorar las condiciones económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales de los afrodescendientes.
Durante el lanzamiento de las celebraciones por el Año de los Afrodescendientes realizado el 26 de mayo en Washington DC, Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), que forma parte del Comité de Planificación de la Cumbre, señaló que la decisión de la Asamblea General de la ONU de declarar el Año de los Afrodescendientes muestra la "necesidad de fortalecer el apoyo en beneficio" de estas poblaciones y busca "la promoción del goce pleno de sus derechos culturales, civiles y políticos; y la participación de los afrodescendientes en todas las esferas de la sociedad, además del respeto por su cultura".
Roses agregó que la celebración es fundamental "para reconocer la fuerza y el temple de las comunidades afrodescendientes en el continente americano que han logrado prosperar a pesar de la opresión y la discriminación histórica" que padecieron.
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, Santiago Cantón, consideró que la cumbre será un espacio para poder "dar visibilidad" a la realidad de los pueblos afrodescendientes de America latina y "poner fin a la discriminación". También abogó por la puesta en marcha de políticas públicas para avanzar en ese camino.
"Los afrodescendientes conjuntamente con otros grupos, como los pueblos indígenas están en situación de discriminación estructural. Ha habido algunos avances pero todavía enfrentan una mucho mayor dificultad para lograr acceso a la vivienda, a créditos, educación, servicio de salud y trabajo", enumeró Cantón y citó un ejemplo: En Colombia la tasa de analfabetismo de la población negra duplica a la de población blanca.
"Es importante corregir agravios y resabios históricos en cuanto a salud, derechos, educación, acceso al crédito y a la tierra", opinó la directora de la OPS. Y sostuvo que si bien las estadísticas de salud referidas a estas poblaciones son limitadas, los datos con los que cuenta la Organización Panamericana de la Salud permiten inferir que "desde el nacimiento los bebés afrodescendientes tienen más posibilidades de morir que los blancos; la madres tienen más posibilidades de fallecer durante el parto, y los adultos tienen más problemas de salud. El embarazo adolescente es más frecuente y el acceso a la salud sigue siendo un reto".
Roses anheló que la Cumbre continué con una Década de los Afrodescendientes y sea un paso más "para celebrar una vida sin discriminación y exclusión para que todos puedan lograr el más alto nivel de salud".
Celeo Álvarez Casildo, presidente de ODECO y secretario ejecutivo de la Cumbre, manifestó que "hoy estamos celebrando un paso trascendental en el proceso de visibilizaron y empoderamiento de la comunidad afrodescendiente" y remarcó que esto "no sería posible sin la voluntad de hombres y mujeres y de organizaciones que abrazan esta idea de justicia".
También participaron del lanzamiento, el coordinador del Comité de Planificación de la Cumbre, Gilberto Amaya; el embajador de Honduras en Washington, Jorge Ramón Hernández Alcerro; el ministro de los Pueblos Indígenas y Afro descendientes de Honduras, Luis Green, y Marijke Velzeboer, especialista en asuntos de Género, Etnia y Salud de la OPS.