El acceso universal a los servicios de salud y la protección social es fundamental para lograr la equidad en materia salud y es un componente central de la visión renovada de la atención primaria de salud. Este concepto goza de amplio apoyo entre los Estados Miembros de la OPS. La universalidad es uno de los principios fundamentales de la Agenda de Salud para las Américas 2008-2017 y una mayor protección social y acceso a servicios de salud de calidad es una de las ocho áreas de acción prioritaria establecidas en la Agenda
En el 2008-2009, los Estados Miembros de la OPS realizaron un importante avance hacia el acceso universal a la salud por medio de nuevas leyes y marcos de política así como mediante programas concretos sobre el terreno. A continuación se describen algunos aspectos destacados de la cooperación técnica de la OPS en apoyo de este avance.
En Bolivia, la OPS ha prestado apoyo a un programa que promueve la asistencia prenatal para las embarazadas que no tienen seguro de salud. El programa de bonos Juana Azurduy de Padilla paga 50 bolivianos (cerca de US$ 7) a las embarazadas por cada control prenatal al que asistan y otros 120 bolivianos si dan a luz en un centro de salud estatal. Las mujeres también reciben 125 bolivianos por cada control bimestral al que llevan a su hijo, hasta que el niño cumple los dos años. La iniciativa empezó a ejecutarse en mayo del 2009 en los municipios de todo el país. La OPS está apoyando la creación de la infraestructura y la formación de los recursos humanos necesarios para prestar los servicios de salud que se ofrecen en el programa.
En Colombia, la OPS está apoyando los esfuerzos nacionales para ampliar la cobertura sanitaria por medio de dos iniciativas dirigidas a grupos especiales de la población. En la primera, la OPS ayudó al Ministerio de Protección Social a formar un grupo técnico especial (denominado “mesa técnica”) encargado de elaborar modelos alternativos y multiculturales de atención primaria de salud que garanticen la ampliación de la protección social y el acceso a servicios de salud de calidad para personas que viven en zonas remotas. Los primeros modelos están ejecutándose en el departamento de Chocó en el período 2009-2010 y hay planes para extenderlos a zonas de la costa colombiana del Pacífico.
En la segunda iniciativa, la OPS ha promovido la ampliación de la cobertura sanitaria a las personas desplazadas por conflictos, que representan de 9 a 12% de la población colombiana. La OPS ha apoyado la capacitación y divulgación por medio de la iniciativa la Ruta de la Salud, en la que se brinda formación a las autoridades y las personas desplazadas acerca de sus respectivos derechos y responsabilidades, y se explica a las personas desplazadas cómo obtener acceso a los servicios de salud en sus nuevas ubicaciones. La OPS también diseñó un programa informático (SIGA) que registra el gasto público destinado a la salud de estos grupos poblacionales, lo que ayuda a aumentar la responsabilización y garantizar el financiamiento sostenido de estas actividades.
En Costa Rica, la OPS prestó cooperación técnica con el fin de ayudar a elaborar un modelo para garantizar el acceso a los servicios de salud y ampliar la cobertura a grupos poblacionales que anteriormente se hallaban excluidos. En él se hace hincapié en un conjunto básico de servicios que son responsabilidad del estado y se incluye una estrategia para prestar atención domiciliaria como un elemento fundamental de atención primaria de salud y como una manera de racionalizar el uso de los recursos sanitarios.
La OPS contribuyó al enfoque de salud de la nueva constitución del Ecuador, aprobada en septiembre del 2008. En ella se establece el derecho de todos los ciudadanos al sumac kawsay, expresión Kichwa que significa “buena vida”, por medio del acceso a la asistencia sanitaria y de determinantes sociales de la salud clave como la educación, la nutrición y la vivienda. La nueva constitución forma parte de un marco jurídico y de desarrollo más amplio conocido como el Sistema Nacional de Inclusión y Equidad.
La nueva constitución estipula que el sistema nacional de salud debe basarse en la atención primaria de salud y debe ofrecer una red pública integral que funcione de conformidad con los principios de la universalidad y la equidad, bajo la dirección de las autoridades sanitarias nacionales. En el artículo 32 se establece que el sistema debe dar “acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva”. En el documento también se dispone que el Estado debe garantizar el derecho a la salud mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y ambientales.
En varios artículos de la constitución se apoya directamente la ejecución de la transformación sectorial de salud en el Ecuador (TSSE), una iniciativa de reforma del gobierno que busca reorganizar el sistema de salud de acuerdo con los principios de la equidad, la calidad, la eficiencia, la participación, el pluralismo, la solidaridad y la universalidad. En diversos artículos se apoyan específicamente los siete componentes principales de esta transformación: el fortalecimiento de las autoridades sanitarias nacionales, la administración y la gestión del sistema nacional de salud, la red de servicios de salud pública y el modelo de atención integral, el financiamiento del sistema nacional de salud, la auditoría y monitoreo del sistema nacional de salud, la gestión de la información sanitaria, y la participación de los ciudadanos y el control social. El objetivo es un sistema nacional de salud que garantice el acceso “universal, progresivo y gratuito” a servicios de salud de calidad basados en un modelo integral de atención, haciendo hincapié en la promoción y la prevención de la salud, y la atención primaria.
Con el apoyo financiero de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), la OPS brindó ayuda al Ministerio de Salud de Haití en la elaboración de una estrategia para reducir la mortalidad de la madre y del recién nacido al garantizar el acceso gratuito a la asistencia prenatal, durante el parto, neonatal y posnatal en 47 establecimientos de salud de todo el país. Los resultados preliminares muestran un aumento notable de los partos institucionalizados, una mejor respuesta a las urgencias obstétricas y un grado de satisfacción de los beneficiarios de 70 a 80% con respecto a la calidad de la atención. Estos resultados han ayudado a conseguir que se incorpore una propuesta de política de protección social de la salud tanto en los programas de cooperación nacionales como los internacionales en Haití.
En Honduras, la OPS ha brindado apoyo a las iniciativas para ampliar la cobertura sanitaria sobre la base de la visión renovada de la atención primaria de salud, que incluye la descentralización de los servicios de salud. Por medio de un marco de atención primaria de salud, el Ministerio de Salud ha reorganizado los servicios sanitarios en 20 regiones de ese país y ha ejecutado nuevos modelos de atención en 29 unidades de salud pertenecientes a 10 municipios. Para fines del 2008, el tercer año de aplicación de la estrategia, 60.000 familias en 1.142 comunidades rurales habían recibido atención en los servicios reorganizados. La OPS también ha firmado una carta de entendimiento para proporcionar un curso sobre la formación de capacidades institucionales en relación con la atención primaria de salud para el personal del Instituto Hondureño de Seguridad Social, a fin de brindar apoyo a la ejecución del programa de atención integral de la salud familiar y comunitaria, que busca ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la atención.
En Panamá, la OPS ayudó a elaborar y a lanzar el Diagnóstico situacional y Plan de Salud para los Pueblos Indígenas de Panamá, un documento que se centra principalmente en la atención primaria de salud y en el que se plantea una estrategia quinquenal para mejorar la salud de los indígenas mediante un proceso participativo que incluye reuniones con los líderes indígenas de diferentes grupos étnicos en todo el país.
En el Paraguay, la OPS ayudó al Ministerio de Salud a que elaborara una nueva Política Nacional sobre la Salud de los Pueblos Indígenas para luchar contra la exclusión que padecen frente al acceso a la atención de salud. El plan hace hincapié en la atención primaria de salud y la participación comunitaria, e incluye la creación de equipos de salud móviles y la capacitación de los recursos humanos usando una perspectiva intercultural. Se está ejecutando por medio de alianzas con los gobiernos locales, algunas organizaciones no gubernamentales y el UNICEF.
En el Perú, la OPS está apoyando la aplicación de una nueva ley de aseguramiento universal, que fue promulgada a fin de complementar los planes de seguro existentes vinculados al empleo público y privado. En ella se establece un seguro de salud pública financiado con fondos públicos para proporcionar cobertura a las personas de bajos ingresos. Con el objeto de brindar apoyo a la aplicación de la ley, la OPS está encabezando una iniciativa para fortalecer las capacidades del personal sanitario sobre la base del modelo de atención primaria de salud. La ley se está aplicando actualmente en siete áreas piloto que se encuentran entre las regiones más pobres del país.
En el Uruguay, la OPS apoyó la creación y puesta en marcha de un nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud, que unifica los subsistemas privados y públicos bajo una única estructura, por lo que se elimina la fragmentación y se reducen las inequidades en el acceso a la asistencia. La OPS también prestó apoyo a la creación del nuevo Fondo Nacional de Salud, que incorpora varios planes de seguro preexistentes en un único plan nacional de seguro de enfermedad que proporciona cobertura a toda la población. Como parte de su apoyo, la OPS ayudó al Uruguay a elaborar un nuevo modelo de atención basada en la estrategia de atención primaria de salud, a crear un conjunto garantizado de derechos (plan integral de atención de salud) y a establecer mecanismos para implantar el nuevo sistema y el nuevo fondo, que han permitido que el país logre la cobertura universal.
El Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano de la OPS (CLAP) brindó apoyo a las actividades para aumentar la cobertura de los servicios maternos y reducir la mortalidad materna mediante la cooperación técnica en las provincias del nordeste de la Argentina, en el programa Sembrando en el Perú, Arranque Parejo en México y en algunas iniciativas conexas en Haití, Honduras y Guyana.