La Oficina siguió mejorando sus sistemas de gestión y administración a fin de lograr una mayor eficiencia y eficacia, siguiendo de cerca la reforma en curso de la OMS y la planificación estratégica, pero reconociendo y respetando al mismo tiempo la condición de la OPS de organización internacional independiente que, junto con su Director, rinde cuentas directamente a los Estados Miembros de las Américas.
Como el Plan Estratégico de la OPS 2014-2019 está por llegar a su fin, la Oficina ha iniciado preparativos para la elaboración del Plan Estratégico 2020-2025, teniendo en cuenta diversos marcos, entre ellos los ODS, la ASSA2030 y el 13.º PGT de la OMS. El proceso también se beneficiará de la evaluación final de la Agenda de Salud para las Américas 2008-2017 y la evaluación de fin de bienio del Programa y Presupuesto 2016-2017. Se preparó una hoja de ruta para la elaboración del nuevo Plan Estratégico, que fue refrendada en la 162.a sesión del Comité Ejecutivo en junio del 2018 (documento CE162/INF/2). Los Estados Miembros de la OPS participarán plenamente en la formulación del Plan Estratégico por medio de un grupo asesor sobre el plan estratégico y consultas con los países.
La Oficina fortaleció sus procesos de gestión del conocimiento e intercambio de información con el establecimiento de la nueva Oficina de Gestión del Conocimiento y Publicaciones (KMP) en enero del 2018. Esta Oficina se ocupa de la gestión del conocimiento y la memoria institucional, servicios de publicaciones y la supervisión de los centros colaboradores de la OPS/OMS y de la Revista Panamericana de Salud Pública. KMP trabajará para fomentar las publicaciones científicas y técnicas de la Oficina, aumentando su difusión e impacto entre los principales destinatarios, incluidos los responsables de las políticas, y apoyando a los autores a nivel nacional para asegurar que se publique evidencia pertinente.
De acuerdo con su compromiso de mejorar la cooperación de la OPS centrada en los países, la Oficina siguió elaborando y ejecutando ECP en las cuales se describe la estrategia a mediano plazo para el trabajo de la Oficina en los países y con ellos. Durante el período abarcado por el informe, se actualizaron 14 ECP, con un énfasis en la salud universal y la inclusión de un enfoque de la atención primaria de salud. Para junio del 2018, 28 ECP habían sido actualizadas y estaban al día.
Durante el 2017 se formuló un nuevo plan para aplicar la estrategia de países clave de la OPS, orientada a los ocho países reconocidos en la Política del presupuesto de la OPS (documento CSP28/7) como los países con los índices más bajos de desarrollo de salud. El plan facilitará un apoyo más eficaz de la Oficina a los países clave para que puedan alcanzar sus objetivos de salud, incluida la salud universal.
En septiembre del 2016, los Estados Miembros de la OPS, en el 55.o Consejo Directivo, adoptaron el Marco para la colaboración con agentes no estatales (conocido como FENSA por su sigla en inglés) (documento CD55/8, Rev. 1) por medio de la resolución CD55.R3. El FENSA promueve y fortalece la interacción de la OPS con agentes no estatales, incluido el sector privado, y establece los procesos necesarios para evaluar los riesgos y proteger a la Organización de conflictos de intereses y la influencia indebida. El marco también proporciona una hoja de ruta y pasos específicos que la Oficina sigue para tomar decisiones sobre propuestas de colaboración con agentes no estatales.
La Oficina coordinó con la Secretaría de la OMS la creación de herramientas operativas para implementar el FENSA de una manera que promueva la participación, protegiendo y preservando al mismo tiempo la integridad, reputación e independencia de la Organización y su mandato de salud pública. La Oficina del Asesor Jurídico de la Oficina proporcionó orientación a los representantes de la OPS/OMS y los directores de departamento sobre el marco y procesos provisionales para implementarlo. Desde que se adoptó el FENSA, toda colaboración nueva se examina en este marco de política para promover y mejorar la colaboración con agentes no estatales, y durante el 2017 la Oficina hizo más de 100 exámenes de diligencia debida y evaluaciones del riesgo, así como cientos de exámenes simplificados para la colaboración de bajo riesgo con agentes no estatales.
A nivel regional, subregional y nacional, la Oficina fortaleció y amplió sus relaciones con las organizaciones asociadas y procuró forjar alianzas nuevas. En cuanto a las alianzas financieras, durante el bienio 2016-2017 se movilizaron US$ 186,7 millones en contribuciones voluntarias de asociados existentes, 11 asociados nuevos y organizaciones con las cuales la OPS no había tenido ningún acuerdo durante los cinco años anteriores. Estos asociados y organizaciones son el Gobierno de Luxemburgo, el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), Juntos por las niñas, la Secretaría de Preparativos y Respuesta del Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos, el Consejo Sudamericano en Salud (ORAS), el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS), la Administración de Productos Terapéuticos del Departamento de Salud de Australia, la Asociación Pancaribeña contra el VIH y el Sida (PANCAP) y el Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza Ecuador-Perú.
La Oficina continuó las actividades relacionadas con su asociación con la OEA durante el período, participando en el Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC) y las reuniones del Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC) a fin de abogar por la inclusión de prioridades de salud en la agenda de la Cumbre de las Américas. La Oficina también siguió apoyando el programa de becas OEA/OPS con el fin de contribuir al fortalecimiento de los sistemas de salud, impulsar la política de investigación para la salud y mejorar los enfoques estratégicos de la formación de capacidad en el sector de la salud. Como resultado de esta alianza, para fines del 2017, 27 países[1] de la Región se habían beneficiado de 683 becas para profesionales que realizaron estudios de posgrado en Brasil y México. La Oficina y la OEA han formado un grupo de trabajo interinstitucional a fin de coordinar la acción y el apoyo a los países de la Región con el propósito de alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Como parte de su trabajo, el grupo procura armonizar los ODS con los mandatos actuales de cada organismo.
Alianzas centradas en el país para la salud universal por medio de la atención primaria de salud
Belice: La Oficina está contribuyendo a la aplicación del enfoque de redes integradas de servicios de salud por medio del proyecto de establecimientos de salud inteligentes financiado por el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido y el acuerdo de financiamiento firmado entre el Gobierno de Belice y la Unión Europea para apoyar una intervención integral de fortalecimiento de los sistemas de salud. El proyecto abarca la evaluación de la reforma sanitaria llevada a cabo en Belice y la reorganización del sistema de salud, la adopción de intervenciones de establecimientos de salud inteligentes en hospitales comunitarios y regionales, la evaluación de la prestación de servicios y el modelo de atención, la mejora del Sistema de Información de Salud de Belice y la ampliación del plan de seguro de enfermedad nacional. El proyecto también está vinculado a mejoras en los servicios de atención primaria para la nutrición sana y la prevención y el control de las ENT.
Brasil: La Oficina se asoció con el Ministerio de Salud, el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (CONASS), la Universidad Federal de Rio Grande do Sul y la Universidad de Brasilia para fortalecer el Sistema Único de Salud (SUS), con la elaboración de metodologías para la planificación y el incremento de la fuerza laboral para la atención primaria de salud y las emergencias, mediante el proyecto de fortalecimiento de la gestión laboral. El SUS procura proporcionar acceso universal a los servicios de atención de la salud.
Caribe: La OPS firmó un convenio con el Banco de Desarrollo del Caribe en junio del 2018 para realizar un proyecto con el fin de aumentar la resiliencia individual y social para hacer frente al impacto de los eventos causados por peligros naturales por medio de la mejora de la capacidad en el ámbito de la salud mental y el apoyo psicosocial en el manejo de desastres en el Caribe. Basándose en las enseñanzas de la temporada de huracanes del 2017, el proyecto de 18 meses, que comenzó en abril del 2018, no solo formará capacidad regional, sino que también proporcionará un punto de acceso para fortalecer los servicios de salud mental y su integración en la atención primaria de salud. Se prestará especial atención a las necesidades de grupos que suelen correr mayores riesgos durante los desastres: los niños, las mujeres, las personas mayores, las personas indígenas, las personas con trastornos mentales preexistentes, los migrantes, las personas con discapacitadad, las personas sin hogar y las personas que viven en albergues. En vista del impacto que el cambio climático podría tener en los pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe, la OPS está colaborando con el CARPHA y el Centro de Cambio Climático de la Comunidad del Caribe para movilizar recursos a fin de crear sistemas de salud con capacidad de adaptación al cambio climático en el Caribe, usando el enfoque de “Una salud”. Este enfoque facilitará la inclusión de un componente de salud sectorial en los planes nacionales de adaptación al cambio climático que están elaborando los países del Caribe.
Chile: La Oficina se asoció con la Universidad de Chile, el Ministerio de Salud, profesionales de la salud de consultorios y hospitales y asociaciones profesionales de pediatría con el fin de facilitar y concluir un estudio para dar seguimiento a la aplicación del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y resoluciones posteriores de la Asamblea Mundial de la Salud. La red de seguimiento mundial para la aplicación del Código, conocida como NetCode, es la entidad que da seguimiento a la aplicación del Código, y Chile fue uno de los ocho países invitados a participar en la aplicación de un nuevo protocolo de NetCode. Chile fue el único país en finalizar el estudio y presentó los resultados en la tercera reunión de NetCode, que se celebró en Sede de la OMS en Ginebra en abril del 2018.
Colombia: El proyecto interinstitucional de las Naciones Unidas “Salud para la paz”, en el cual participan el UNFPA, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la OPS y el Ministerio de Salud, se centró en elementos clave para el desarrollo sanitario rural y la reducción de las inequidades en las poblaciones vulnerables y excluidas. El proyecto, financiado por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Posconflicto en Colombia, administrado por el PNUD, estableció 27 espacios territoriales de capacitación y reincorporación (ETCR) en 14 departamentos y 25 municipios, centrándose en la atención primaria de salud, la salud sexual y reproductiva y la salud nutricional y de los lactantes. Se proporcionó capacitación sobre la AIEPI en las comunidades para 44 líderes comunitarios de ETCR, sobre la AIEPI en el contexto clínico y salud nutricional para 47 profesionales de la salud, y sobre salud mental para 48 profesionales de atención primaria de salud.
Ecuador: La Oficina ha desempeñado un papel decisivo en el establecimiento de una junta intersectorial para la promoción de la salud, que abarca más de 25 entidades locales, representantes de instituciones públicas, la comunidad académica y la sociedad civil. Esto ha dado lugar a la creación de seis comisiones intersectoriales para trabajar de una manera coordinada en temas específicos relacionados con la promoción de la salud y la prevención de enfermedades y afrontar desafíos a nivel de política. La junta ha dado a padres, docentes, estudiantes, vecindarios, vendedores callejeros, comités de salud, asociaciones profesionales locales y otros la oportunidad de desempeñar un papel activo en la adopción de decisiones.
El Salvador: La Oficina contribuyó a la definición de la agenda nacional de investigaciones sobre la salud y el establecimiento de una comisión interinstitucional, encabezada por el Instituto Nacional de Salud. La comisión abarca las siete entidades que integran el Sistema Nacional de Salud, la comunidad académica e investigadores nacionales y procura indicar las prioridades de salud pública y generar evidencia para fundamentar la política pública. A instancias de la comisión, el Instituto de Ciencias Sostenibles de San Francisco capacitó a 30 profesionales para la redacción de artículos científicos y, en septiembre del 2017, los profesores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia capacitaron a
35 epidemiólogos en la investigación y el control de brotes.
Granada: La Oficina colaboró con la Unión Europea y las autoridades nacionales con objeto de definir mejor el paquete de apoyo presupuestario de la Unión Europea para la atención primaria de salud que se está negociando con el país. La Oficina también se asoció con la Universidad Dalhousie a fin de apoyar la renovación de la estrategia y política de recursos humanos para la salud universal, elaborar un plan de acción y determinar su costo. La cooperación técnica de la Oficina, en colaboración con el Fondo India, Brasil y Sudáfrica (IBSA), administrado por el PNUD, una subvención de la Unión Europea para la atención primaria de salud y el Convenio de Cooperación con la Unidad de Economía de la Salud de la Universidad de las Indias Occidentales, ha sido crucial para el progreso en la implementación del programa de Seguro Nacional de Enfermedad en Granada.
Guatemala: La Oficina promovió la participación del Ministerio de Salud y representantes de la AECID y la Unión Europea en la reunión de alto nivel sobre la salud universal en el siglo XXI celebrada en diciembre del 2017 en Ecuador. Después de esa reunión, la Oficina, la AECID, la Unión Europea y el Ministerio de Salud de Guatemala convocaron otras reuniones para armonizar sus planes de trabajo y proyectos nuevos con la aplicación del modelo de atención basado en la atención primaria de salud y la gestión en el país.
Nicaragua: La Oficina, incluido el Campus Virtual de Salud Pública, se sumó a los Centros Colaboradores para la Clasificación Internacional de Enfermedades, edición 10, en Argentina y México en el fortalecimiento de las estadísticas vitales mediante la formación de capacidad nacional y local en el registro y la confección correcta de certificados de defunción.
La Oficina adoptó un nuevo plan estratégico de comunicaciones 2018-2022 a fines del 2017 que sienta las bases para convertir la comunicación para la salud en un área de la cooperación técnica de la Oficina. La comunicación para la salud procura influir en los comportamientos y actitudes y generar resultados de salud pública positivos. Partiendo de la base del caudal cada vez mayor de evidencia sobre los tipos de comunicación que son más eficaces, este enfoque pone de relieve el contenido emotivo y excepcional basado en la evidencia y la narración de relatos que despiertan el interés del público y comunican eficazmente importante información sobre la salud. El enfoque procura amplificar las “voces de la línea de frente” en todo el ámbito de la salud pública para relatar historias de la vida real sobre necesidades y cambios relacionados con la salud, y proporcionar información sanitaria de maneras más persuasivas para las personas, las familias, las comunidades y los encargados de la formulación de políticas y la adopción de decisiones. La comunicación para la salud destaca la participación de un público nuevo y más joven por medio de contenido focalizado en las redes sociales y otras plataformas nuevas. Durante el período abarcado por el informe, la Oficina proporcionó capacitación sobre comunicación para la salud a los ministerios de salud de Guatemala, Guyana, México y Uruguay.
Durante el período en evaluación, la Oficina tomó medidas para simplificar la selección del personal, mejorar la planificación de recursos humanos, aumentar la eficiencia laboral y mejorar el aprendizaje institucional. La Oficina se sumó a la OMS en la puesta en marcha de un programa de computación en la nube para la gestión de personal llamado Stellis, que automatiza el proceso de reclutamiento y selección de principio a fin. También se implementó un proceso de selección revisado. Estas iniciativas redujeron el tiempo transcurrido en promedio desde la fecha de cierre de la vacante hasta el nombramiento del nuevo funcionario de ocho meses, aproximadamente, a cinco.
Se estableció una nueva plataforma en línea a fin de crear un proceso más accesible y simplificado para redefinir las funciones y los puestos del personal, con nexos con compromisos institucionales y áreas transversales.
La Oficina introdujo un programa de teletrabajo en el 2017 con el objetivo de aumentar la eficiencia administrativa, mejorar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, y facilitar la contratación y retención de una fuerza laboral sumamente calificada. Más de 140 empleados participaron en el programa de teletrabajo en el 2017, y 66% de ellos señalan que este programa llevó a mejoras tanto la productividad como de la moral.
La Oficina también implementó iLearn, un sistema mundial de gestión del aprendizaje de la OMS, poniéndolo al alcance de los empleados y los trabajadores contingentes. Desde mediados del 2018, alrededor de 785 usuarios han tomado más de 200 cursos de iLearn en la sede de la OPS, las representaciones y los centros.
La iniciativa de “Respeto en el lugar de trabajo”, puesta en marcha por la Oficina en el 2015, siguió apoyando la creación de un ambiente de trabajo respetuoso y sin riesgos. Se ofreció un curso de tres horas por iLearn para concientizar al personal de la Oficina sobre las señales tempranas de conflicto y proporcionar orientación sobre la forma de abordar situaciones difíciles y buscar soluciones cuando el conflicto es inevitable. Durante el período abarcado por el informe, 600 empleados de la sede y las representaciones de la OPS recibieron capacitación sobre solución de conflictos y aptitudes de comunicación. Por último, se creó un premio al respeto en el lugar de trabajo para reforzar y reconocer el comportamiento positivo y apropiado en el lugar de trabajo.
En el 2017, la Oficina de Ética automatizó su programa de declaración de intereses, que requiere que los funcionarios que ocupan ciertos puestos y de determinadas categorías revelen toda actividad o intereses que puedan dar lugar a conflictos de intereses con el trabajo o el mandato de la Organización. Se envió electrónicamente un cuestionario para la declaración de intereses a alrededor de 200 funcionarios, que volverá a enviarse anualmente. La Oficina de Ética examina las respuestas recibidas del personal para determinar posibles conflictos de intereses.
En el informe anual del Comité de Auditoría correspondiente al 2017se recomendó una separación completa de la función de investigación de la Oficina de Ética a fin de mejorar el desempeño tanto de la función de ética como de la función de investigación, de conformidad con las prácticas óptimas. Tras una decisión de la Gerencia Ejecutiva de la Oficina que fue refrendada por el Comité Ejecutivo de la OPS en su 161.a sesión en septiembre del 2017 (documento CE161/6), se creó una Oficina de Investigaciones, que comenzó a funcionar en enero del 2018. La transferencia de esta función a otra entidad permitirá que la Oficina de Ética dedique más tiempo y atención a sus funciones de asesoramiento, capacitación y divulgación, y a promover más activamente el comportamiento ético en toda la Organización.
El mayor énfasis en la promoción de un entorno ético en la Organización es oportuna, en vista de la atención negativa recibida por otros organismos internacionales debido a imputaciones de conducta sexual inapropiada de altos directivos. La Oficina de Ética intensificará sus esfuerzos y ofrecerá más sesiones de capacitación tanto en la Sede como en las representaciones para que el personal se conduzca y realice el trabajo de la Organización de una manera digna, profesional y ética. En la era del movimiento “Yo también”, la Oficina de Ética está organizando una campaña de comunicaciones para informar al personal de sus derechos y obligaciones con respecto al trato de sus compañeros de trabajo. Esta campaña se centrará en el derecho de los empleados a trabajar en un lugar sin acoso y a expresarse en situaciones incómodas sin temor de represalias. También comunicará de manera inequívoca a posibles hostigadores que su comportamiento es inapropiado y no se tolerará en la OPS. Además, la Oficina de Ética está colaborando con la Oficina del Mediador para crear una sesión de capacitación en la cual se aborde específicamente el tema del acoso sexual en el lugar de trabajo.
El riesgo de fraude en las organizaciones también está recibiendo mayor atención. La Oficina de Ética está preparando una política en materia de fraude para toda la Organización y está incluyendo este tema en sus sesiones de capacitación, a fin de mitigar el riesgo de fraude en la OPS, dejar en claro que la Organización no tolera el fraude y la corrupción e indicar que el personal deberá rendir cuenta de sus actos.
Durante el período abarcado por el informe, la Oficina de Ética organizó elecciones en toda la Organización de representantes del personal en la Junta de Apelación de la OPS. Se emitieron unos 1.650 votos y se eligió una lista completa de representantes del personal de las categorías de servicios generales y profesional, que fueron asignados a la Junta de Apelación.
El programa de gestión de riesgos institucionales en la Oficina ha seguido madurando y demostrando su utilidad. Este programa se creó en el 2011, y en el 2015 se estableció el Comité Permanente de Gestión de Riesgos Institucionales. El programa se ha institucionalizado en los procesos de planificación y en las operaciones, y la Oficina instituyó un registro de riesgos y creó herramientas para facilitar los aportes de los gerentes de centros de costos al registro. El programa de gestión de riesgos institucionales colaboró estrechamente con el Departamento de Planificación y Presupuesto en la integración de factores de riesgo en el Programa y Presupuesto de la OPS 2018-2019.
En el Informe del Comité de Auditoría, presentado al Comité Ejecutivo en su 162.a sesión en junio del 2018 (documento CE162/9), se señaló que ha habido avances y mejoras en la estructura institucional y el examen de riesgos. Sin embargo, el Comité recomendó nexos más explícitos entre el marco de control interno de la Oficina y la gestión de riesgos.
El Programa y Presupuesto de la OPS 2018-2019 (Documento Oficial 354) fue examinado y aprobado por la 29.a Conferencia Sanitaria Panamericana en el 2017. Este ciclo de planificación fue el primero en el cual la Oficina presentó una propuesta completa de Programa y Presupuesto al Subcomité de Programa, Presupuesto y Administración para su examen antes del Comité Ejecutivo. Se aprobó un presupuesto de US$ 619,6 millones para programas básicos, que representa un aumento de 1,1% respecto de la cifra correspondiente al 2016-2017. Este aumento se debió a la asignación de una mayor proporción del presupuesto de la OMS a la Región.
El Programa y Presupuesto 2018-2019 se elaboró con una combinación de asignación de prioridades de abajo arriba, basada en resultados, usando la metodología de Hanlon adaptada a la OPS y la determinación de los costos en las representaciones y los programas técnicos. Presenta resultados programáticos cuantificables para dos años y es el medio principal para la rendición de cuentas institucional de los recursos que la OPS recibe de sus Estados Miembros y asociados en el desarrollo.
Durante el período en análisis, la Oficina efectuó su primer cierre (2016-2017) y apertura (2018-2019) de un bienio usando el nuevo Sistema de Información Gerencial de la OSP (PMIS), herramienta de planificación de recursos empresariales que integra todos los procesos de gestión básicos. Durante su introducción, el PMIS planteó varios retos importantes para el personal, que estaba aprendiendo a usar el sistema nuevo al mismo tiempo que afrontaba dificultades operativas cotidianas. El personal de la Oficina trabajó eficientemente para resolver los problemas administrativos que surgieron, con el resultado general de relativamente pocas demoras en el inicio de las operaciones del nuevo bienio. En particular, no se perturbaron la cooperación técnica ni las operaciones cotidianas.
Se introdujeron varias mejoras en el PMIS, especialmente la eliminación de pasos redundantes y la introducción de hojas de cálculo colaborativas que permiten el intercambio de datos en vivo en un entorno seguro. En mayo del 2018, la Oficina puso en marcha la producción automática y la entrega electrónica de estados de cuenta, facturas e informes de asociados en el desarrollo a los Estados Miembros en el PMIS. Se prevé que esto mejorará considerablemente la puntualidad de los informes y reducirá los gastos administrativos.
La Oficina recibió un dictamen de auditoría sin reservas para el 2017, hito muy importante para la Oficina en el primer bienio de implementación del nuevo PMIS. La presentación de informes financieros fue más eficiente y oportuna, facilitada por la automatización de varios procesos que antes se hacían manualmente.
Varios funcionarios del departamento de Gestión de Recursos Financieros de la Oficina visitaron 18 representaciones para realizar exámenes financieros y comprobar que las operaciones se ciñeran al Reglamento Financiero y Reglas Financieras de la OPS y a las normas y los procedimientos conexos. Como resultado de la capacitación presencial y virtual en toda la Oficina, la calidad de los datos de contabilidad provistos por las entidades mejoró y se redujo la necesidad de ajustes.
Durante el período abarcado por el informe, la Oficina mejoró la ciberseguridad, con el fortalecimiento del control del acceso a sistemas mediante la autenticación multifactorial y una mayor concientización de los usuarios. La Oficina también implementó el servicio de recuperación en caso de desastre (duplicación y alojamiento de servidores por un tercero como reserva para casos de catástrofe natural o producida por el hombre) como elemento clave del plan de continuidad de las operaciones de la Organización. Como parte de este plan, se desplegó un nuevo sistema de alerta, integrado con el PMIS y capaz de alertar al personal de la Oficina sobre cualquier situación de emergencia por voz, texto o correo electrónico.
La Oficina mejoró la ciberseguridad, con el fortalecimiento del control del acceso a sistemas mediante la autenticación multifactorial
La Oficina también mejoró sus servicios de tecnología de la información para aumentar la colaboración y la comunicación entre los equipos de la OPS y los asociados en entornos seguros, administrados y costoeficaces. La adición de Microsoft Office 365 a la cartera de servicios en la nube de la Oficina ofrece una mayor movilidad, de manera tal que el personal puede tener acceso a servicios, herramientas y repositorios directamente en cualquier momento, en cualquier lugar y con cualquier dispositivo. El uso de Skype for Business mejoró la capacidad de respuesta y la agilidad al posibilitar reuniones virtuales flexibles y móviles, el envío de mensajes de texto y el uso compartido de archivos. La programación de reuniones de cooperación técnica en la sede de la OPS mejoró con la instalación de una nueva herramienta fácil de usar, en la web, para efectuar reservas.
En cuanto a la infraestructura física, se terminó de instalar un moderno estudio de grabación de video y audio en el edificio de la sede de la OPS para la producción de contenido de calidad profesional a fin de apoyar la estrategia de comunicaciones de la OPS.
Se ejecutó un plan nuevo y centralizado de reemplazo de vehículos con el Fondo Maestro de Inversiones de Capital. Además, se reemplazaron más de 60 vehículos obsoletos en las representaciones de la OPS y los centros panamericanos, a fin de que cuenten con apoyo confiable para las actividades de cooperación técnica en los países.
La asistencia oficial para el desarrollo (AOD) sigue disminuyendo en la Región de las Américas, dado que los recursos financieros de los países del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE/CAD) se han destinado principalmente a África y Asia.
La movilización de recursos prosigue en un entorno sumamente competitivo y un contexto internacional con retos políticos imprevistos. En concreto, los cambios de gobierno en la Región, incluso en países que aportan un porcentaje considerable de las contribuciones voluntarias a la Organización, pueden afectar nuevas oportunidades y acuerdos existentes —algunos de los cuales son compromisos anuales— y tener un gran impacto en la movilización de recursos. La movilización de recursos a nivel de país es desigual, con varios éxitos sustanciales y oportunidades no utilizadas de contribuciones voluntarias y contribuciones voluntarias nacionales.
En los esfuerzos, las asociaciones y las alianzas de la Oficina para movilizar recursos, podría haber conflictos de intereses con asociados privados que pueden afectar la imagen y la reputación de la Organización.
A pesar de los beneficios de la era digital, el acceso a la información y la gestión y el intercambio de conocimientos no siempre se abordan suficientemente en la agenda de los organismos de las Naciones Unidas y los Estados Miembros. Por ejemplo, la reducción del tamaño de las bibliotecas de la OPS y otros organismos de las Naciones Unidas y la falta de intercambio de conocimientos dentro de las organizaciones puede dar lugar a la pérdida de información sobre el legado y el patrimonio de las organizaciones. Esto coloca a la nueva generación en desventaja, aunque esté dispuesta a aprender sobre los logros de estas instituciones, lo cual es problemático, en vista de que se trata de los futuros responsables de las decisiones, investigadores, autoridades sanitarias e interesados directos.
En vista de la mayor conciencia sobre temas de seguridad a nivel local, nacional y mundial, el edificio de la Sede de la OPS, ubicado en Washington, D.C., requiere mejoras para mitigar riesgos de seguridad para el personal y los visitantes.
La Oficina debe manejar los riesgos de la fluctuación de las tasas de interés y los tipos de cambio para reducir al mínimo su impacto en la liquidez de la OPS, las inversiones, los saldos en efectivo y los ingresos varios. La Oficina también debe mitigar el riesgo de que la inestabilidad política y económica afecte la capacidad de algunos Estados Miembros y asociados en el desarrollo para cumplir sus compromisos económicos con la Organización.
La Oficina debe continuar e intensificar las medidas orientadas a reforzar su capacidad para movilizar recursos, entre ellas diversificar su base de asociados en el desarrollo, explorando oportunidades con asociados nuevos o no tradicionales (como China, Corea, Rusia, Singapur y otros países), así como fundaciones filantrópicas y el sector privado. La Oficina también debe ampliar y fortalecer la capacitación y la formación de capacidad de su personal en las representaciones para movilizar recursos y formular proyectos. Tales esfuerzos podrían facilitar la movilización de recursos y el establecimiento de alianzas nuevas; mejorar la recopilación de datos y análisis de asociados en el desarrollo, escenarios y contribuciones voluntarias; ampliar las comunicaciones gerenciales e institucionales, que refuerzan la capacidad de la Oficina para mantener las asociaciones actuales y establecer otras nuevas; y promover la modalidad de las contribuciones voluntarias nacionales con los Estados Miembros. Con estas contribuciones, los países de la Región pueden colaborar con la Oficina a nivel nacional, destinando sus propios recursos a metas de salud y prioridades nacionales. La movilización de recursos a nivel de país puede mejorarse con la formación de capacidad, metas claras a nivel de país, la asignación de tiempo y recursos y una mayor rendición de cuentas.
La implementación del FENSA, con el análisis de diligencia debida y la evaluación, la prevención o el manejo de riesgos y posibles conflictos de intereses, es crucial para preservar y fortalecer la reputación de la Organización como mediador honesto con poder de convocatoria y asociado en la salud pública.
La Oficina tiene que trabajar eficazmente para aplicar nuevas técnicas a fin de organizar y difundir información encaminada a llenar la brecha digital que persiste en la Región. Las estrategias incluyen nuevos métodos para recopilar ejemplos más concretos y tangibles del trabajo con los centros colaboradores de la OPS/OMS y convencer a las autoridades nacionales de la importancia de esta modalidad de cooperación técnica. Además, dado que la gestión del conocimiento es un componente transversal de la cooperación técnica, este componente debe incluirse en mayor medida, de una manera sostenible, en la preparación y ejecución de políticas, programas, y proyectos institucionales, así como en la cooperación técnica con los Estados Miembros de la OPS.
La oportunidad de la entrega de bienes y servicios, con los mejores precios disponibles, mejorará con la ampliación y la mejora de la planificación de la demanda de bienes y servicios, especialmente los que se compran por medio del Fondo Estratégico y el Fondo Rotatorio de la OPS. La Oficina debe mejorar la comunicación con los Estados Miembros para recibir y suministrar información con respecto a los bienes y servicios comprados y entregados como parte de la cooperación técnica. Algunos productos para los Estados Miembros se compran de monopolios u oligopolios, situación que se complica aún más cuando la oferta del producto no es suficiente para atender la demanda mundial. Un ejemplo de eso se vio durante el período abarcado por el informe con las dificultades para conseguir la vacuna antipoliomielítica con virus inactivados debido a la oferta mundial insuficiente. La Oficina también debe buscar formas de reducir el tiempo que se tarda en entregar productos en situaciones de emergencia y brotes en la Región, a fin de que se pueda dar una respuesta eficiente cuando ciertos productos no se consiguen o se han agotado.
El Fondo Maestro de Inversiones de Capital puede ofrecer una oportunidad para planificar y ejecutar un proyecto en el segundo semestre del 2018 con el propósito de fortalecer el control del acceso y la vigilancia en el edificio de la sede de la OPS.
[1] Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Uruguay y Venezuela